Boletin de Henuki Diciembre 2024

Hola Amigos de HENUKI,

Poco después de la maravillosa celebración del décimo aniversario de HENUKI, el pasado 31 de octubre nos pusimos otra vez en marcha hacia Lima. Aquí abajo adjunto fotos de una tarde inolvidable.

Esta vez empezaremos en Oxapampa, pendientes de la meteorología. En enero y febrero suele llover mucho allí, por lo que las carreteras se deterioran. Este año hemos decidido no correr ese riesgo, porque el viaje a Oxapampa en autobús desde Lima dura unas 12 horas.

¿Cuál es nuestro plan esta vez?

Permaneceremos 4 meses en Perú. El jueves 2 de noviembre llegamos a Oxapampa, donde nos hemos instalado. Nos gustó mucho volver aquí, casi como ‘volver a casa’. Sin embargo, llama la atención que desde el 2004 el número de habitantes, el turismo y los edificios grandes han aumentado considerablemente. La ventaja para algunos es que ello genera más ingresos, pero la desventaja para la mayoría es que los precios están por las nubes. Por consiguiente, los ricos se han hecho más ricos y los pobres más pobres. No es de sorprender que después de unos días de trabajo ya recibiera 3 demandas de ayuda económica.

Ahora nos enfocamos en la campaña con médicos, dentistas y un óptico que haremos en la primera semana de diciembre. Los de HENUKI estamos dispuestos a hacer lo que podamos, pero dependemos de los demás. He podido conseguir que unos dentistas estén presentes durante esa semana, no sin problemas. Ellos controlarán las dentaduras, pondrán empastes y extraerán muelas, después de haber dado una clase de higiene bucal a la gente. Unas personas en situación de extrema pobreza recibirán una dentadura postiza. También nos acompañará un óptico. HENUKI dispone de cien gafas de leer para repartir entre los que la necesiten. También ofreceremos unas gafas adaptadas para gente que tenga un defecto ocular. En vista de los gastos, esa oferta tiene sus límites. Luego, la tarea de los médicos consiste en: control de la tensión arterial, control de diabetes, del peso y alguna función corporal más. Los médicos implicados darán su apoyo sin remuneración. Para conseguir todo ello, en mis primeros días de trabajo he ido de una reunión a otra. Espero que tengamos éxito. Desgraciadamente, unos cuantos dentistas y médicos tienen una doble planificación. Para este problema de momento no tengo solución. Hay que tomarlo con filosofía, confiando que todo saldrá bien, como siempre.

La rutina normal: Nuria nos llama con cierta frecuencia para consultarnos sobre ciertas cosas, al igual que Dora. El equipo en Iquitos se esfuerza mucho, a pesar del calor. Va sobre ruedas.

Aquí en Oxapampa cada día recibimos solicitudes de ayuda. Entre otras cosas, para un hombre que sufrió un accidente severo, por lo que tiene que permanecer en Lima donde lo operarán. El seguro sólo paga las tres operaciones en sí. Los materiales, como la fijación externa por una fractura y otras cosas, correrán por su cuenta. Los costes ascienden a unos 1000 euros. Desgraciadamente, HENUKI no dispone de tanto dinero para ese tipo de cosas. Muy triste, porque… ¿cómo va ser su calidad de vida de aquí en adelante?

Cada día tiene sus momentos buenos y malos. De vez en cuando tenemos una celebración, como el 50 aniversario de una escuela donde una amiga nuestra ha trabajado durante 20 años. Nos invitó a sentarnos a su mesa con ella y su marido. Luego bailamos y nos encontramos con muchos conocidos. ¡Una buena ocasión para hacer publicidad de HENUKI! También celebramos el 70 cumpleaños del alemán Joachim. Se hizo música con la harmónica y al final disfrutamos con el mariachi.

Esta semana he ido con Kami, una niña de 9 años, al óptico. La conozco desde hace muchos años, porque cuidaba cariñosamente de su hermano de 15 años mayor que ella. En el 2022, este murió por una grave enfermedad que resulta ser hereditaria. Desde hace medio año sabemos que también Kami sufre la misma enfermedad. Qué horror… Finalmente esa niña alegre parará en una silla de ruedas y después de un lento proceso de deterioro físico morirá. Los médicos en Lima no tienen tratamiento para esta enfermedad poco común. Ya que siempre se ha encargado tan bien de su hermano, HENUKI le ofrecerá unas gafas. Probablemente elegirá estas (ver foto):

Ya antes escribí sobre mi amiga que murió en el 2022 por las secuelas del Dengue. Una o dos veces al año visito a su hija Abigail. Ahora tiene 6 años y está bien. Pienso que recibe suficiente atención de parte de su tía y el resto de la familia que la ha acogido.

Desgraciadamente, no tengo más tiempo para seguir escribiendo. Por eso termino este Boletín. Espero que entiendan lo que experimentamos en este ‘otro mundo’.

Saludos cordiales y manténganse con salud,

Juan y Helena

Primer Boletín de Noticias de HENUKI en el 2024

Enviamos el boletín anterior poco antes de Navidad. Los vecinos nos invitaron a pasar la Nochebuena con ellos. La fiesta empezó en realidad a partir de medianoche, al comenzar los fuegos artificiales. Ya que somos considerados como uno más, comimos y bebimos con ellos. En cuanto a las bebidas: había cerveza, vino dulce, champán, Coca-Cola, inca-cola, ron y chocolate caliente, mezclándolo todo hasta la madrugada. Resultó ser una fiesta muy animada.

La víspera de Año Nuevo se suele celebrar con menos exuberancia. Para decir verdad, nos acostamos a las 22h.

El año nuevo empezó con una visita al médico a las 8h del 2 de enero. En otras ocasiones, ya he hecho mención de ese hombre extraordinario, que aparte de su profesión de médico, ejerce el oficio de sacerdote. Desempeña su cargo en función de su vestimenta. Su consultorio se encuentra al lado de la iglesia. Hace muy buen trabajo en la asistencia sanitaria para los pobres extremos.

Después de la primera consulta con él, tenía que ir con cuatro familias al dentista de una fundación estadounidense, que trabaja sin cobrar. A continuación, acudí a la sexta cita con el médico. Para terminar la jornada, recibí productos para 45 paquetes alimenticios. A Juan le tocó llenar las 45 bolsas y luego transportarlas bajo la fuerte lluvia. Vaya día…

También en los días siguientes corrimos de una cita a la otra. Entretanto, hablamos mucho con Nuria, quien estaba cuidando de su madre en Lima. Después de una cirugía cerebral, iba de mal en peor. Finalmente, la madre murió el 4 de febrero.

A partir del 5 de enero, nos pusimos a trabajar con el tema del capital semilla. Si todo va bien, en el transcurso de este año, cada dos semanas una persona puede iniciar un pequeño negocio. Ya tenemos 55 negocios en marcha. Somos de la opinión que es mejor recibir un capital semilla que esperar a que te llegue un paquete alimenticio. Hay varios mayores que quieren tener un ingreso extra, porque con una pensión de 75 euros es imposible llegar a fin de mes. Una mujer estaba dispuesta a vender comidas, otro hombre quería vender bolsas de plástico. La vendedora del diario matutino tenía el plan de empezar una pequeña tienda en las tardes. Tenemos curiosidad por ver los resultados. Cada dos o tres meses alguien de nuestro equipo hace una visita a domicilio.

Luego nos ocupamos de varias cosas sueltas. Por ejemplo, pusimos en marcha campañas (médicas, odontológicas y oftalmológicas) en Oxapampa para diciembre de este año y en Nauta/Iquitos para febrero de 2025. Aparte de eso, hay una gran afluencia de clientes/pacientes. Muchas veces piden dinero, pero eso no es nuestra intención. HENUKI ayuda a unas 1000 personas al año. Podéis leer más al respecto en nuestro informe anual, pero he elegido tres historias para ilustrar la situación aquí.

Cuando conocí a Don Wilson en el 2015, ya tenía un tumor en la cara. Dicho tumor iba creciendo año tras año. Al volver a verlo después de la pandemia, me asusté. El tumor tenía muy mal aspecto y le tapaba un ojo. El hombre se sentía sumamente infeliz, porque todo el mundo lo miraba fijamente a la cara. Casualmente, encontré a alguien que quería esforzarse por este hombre extremadamente pobre. En primera instancia, yo me encargué de él, llevándolo a cirugía plástica para una punción y luego a un patólogo. Resultaba ser un tumor benigno de la jungla que era operable. Otra voluntaria se hizo cargo de él y después de muchos días de espera en el hospital le extirparon el tumor. Esperemos que siga con salud. Nunca se sabe, en un hospital con libre acceso para perros y gatos y sin aire acondicionado. Se encuentra en su cama con una temperatura de unos 35 grados.

Luego hay esa mujer que durante muchos años recibió la ayuda de una fundación de Países Bajos, que desde hace unos 10 años ha dejado de existir. La mujer vivió en dicha fundación como protegida y siguió varios cursos (entre otras cosas panadería/pastelería). Ahora se encuentra sin empleo. Su marido se ganó el sustento como tapicero, haciendo uso de una motocicleta alquilada. Pero la miseria empezó cuando le robaron, perdió su tarjeta de identidad y se estropeó la máquina de coser. Juntos tienen un niño de cuatro años y esperaban otro bebé. Es una situación difícil, porque viven en una choza sin luz ni agua y apenas tienen ingresos. No hay dinero para ropa y pañales. Entretanto, el niño ha nacido el 26 de febrero. Esperemos que todo salga bien para él y su familia.

Para finalizar, os cuento la historia de Llampier y Rosa Linda. La madre había dicho que tenía cuatro hijos, pero en el año 2022, de repente vi cinco hijos, más una nieta. En ese año fui con la madre y con Llampier (11 años) al Centro de Salud Mental, porque este estaba intranquilo y no iba bien en el colegio. No era de extrañar que el cariñoso niño tuviera problemas de comportamiento, porque su madre contó que el padre murió en el año del Covid, igual que la nieta de 1,5 años. La madre no hablaba del asunto, en general no hablaba mucho y no sabía educarlo bien. Después del fallecimiento del padre, tuvo una nueva pareja.

Ahora resulta que ella tiene SIDA. Hace poco nos enteramos de que está moribunda. Desgraciadamente, no todas las donaciones para “Stop AIDS now” llegan a Iquitos, aunque sea la ciudad con la concentración más alta de pacientes de SIDA de Perú. ¿Qué va ser de esos cinco hijos (de 4, 11, 15 (gemelos) y 17 años) cuando queden huérfanos? En primera instancia, hemos pedido la ayuda de una fundación amiga de Suiza y HENUKI ha ofrecido ayuda de emergencia (paquete alimenticio, ropa, zapatos).

El 16 de enero regresamos a Oxapampa, donde nos encontramos con muchos conocidos. Hemos podido alquilar la misma vivienda, donde estamos muy a gusto. Todo igual que la vez pasada: distribución de paquetes alimenticios, visitas a domicilio y la preparación de la campaña para diciembre. Todo va viento en popa.

Desgraciadamente, se puede constatar un declive total en la economía de Perú, al igual que en el mundo entero. Ayer hablamos en la embajada con Ximena, quien contó que el número de fondos ha disminuido con un 27%. Sin embargo, fue una conversación fructífera con esta agregada de economía y nos mantendremos en contacto.

Hablando de contacto: con cierta frecuencia veo que los amigos de HENUKI miráis mis actualizaciones, con lo cual obtenéis una buena idea de nuestro trabajo. Para mí es muy útil, porque así no pierdo tanto tiempo en escribir estos Boletines de Noticias. ¡Prefiero dedicar ese tiempo ganado a la gente que más lo necesita!

Muchas gracias por vuestro interés y vuestras donaciones. Esperamos volver a veros pronto.

Saludos cordiales,

Juan y Helena

BOLETIN DE NOTICIAS II – 2023

Hola amigos de HENUKI,

Ya estamos de vuelta en nuestra casa en Kuinre y ha llegado la hora de manteneros al tanto de los últimos acontecimientos. El 11 de enero salimos hacia Oxapampa y después de un viaje de más de 12 horas por los Andes, llegamos a nuestro destino. Nuestra casa de alquiler todavía no estaba preparada del todo, así que dormimos las tres primeras noches en un TIPI. Una vez instaladas en la casa, pusimos manos a la obra. A partir de entonces, he ido colocando fotos de nuestro trabajo en Perú en Estados del Wasap, visibles para todos los que tengáis esa aplicación en el móvil. Las fotos no necesitan comentario.

En la primera semana fuimos al hospital para hacer citas con el trabajo social, el SISFOH (Sistema de Focalización de Hogares) y la Omaped (Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad). ¡Qué alegría reencontrarnos con tantos conocidos! Eso facilita el trabajo bastante, contrariamente a Iquitos, donde todo el personal cambia cada año o dos años. También hicimos una visita a la enseñanza especial, pero allí el número de alumnos disminuye rápidamente. No es que haya menos niños con discapacidad, sino que muchas veces a los padres les falta el dinero para pagar el viaje de ida y vuelta al cole. En realidad, igual que en Iquitos. El declive económico repercute en todos los terrenos.

También quedamos con nuestros amigos alemanes, a quienes conocemos desde el 2008. Tienen vacas, cuya leche se emplea para mantener en funcionamiento una fábrica de lácteos. Ellos también pasan unos meses al año en Perú, no en un viaje, como nosotros, sino en varios. En las épocas que coincidimos, nos vemos con cierta frecuencia.

Mucho ha cambiado en el lugar de Oxapampa. Siempre nos pareció un lindo pueblo de edificios bajos y casitas antiguas, pero desde el Covid se ha convertido en una pequeña ciudad. Mucha gente de Lima se ha trasladado a Oxapampa durante la pandemia por su clima saludable. Han comprado terrenos para poner allí viviendas de no menos de cuatro pisos. También se nota claramente que ha aumentado el abismo entre pobres y ricos, lo que no favorece la amabilidad de la gente. Por ejemplo, ocurren robos con allanamiento y hay que cerrar la bici con llave.

A mediados de enero hablamos con todas las niñas del vecindario y las invitamos a hacer manualidades en nuestra casa, igual que otros años. Durante las vacaciones escolares sí hay actividades para niños, pero son demasiado caras para sus padres. Nuestra calle consiste en una pista arenosa y cuando llueve, se vuelve cada vez menos accesible para el carro que suele llevarnos a casa. Por ello, hacemos los últimos 300 metros a pie, cuesta arriba y cuesta abajo, como buen entrenamiento para las piernas.

A finales de enero, todo estaba preparado para la guardería de adultos que he iniciado. Para ello, tuve unas reuniones con la Omaped, con el personal del departamento de psiquiatría y con los participantes. También necesitaba voluntarios. Empezamos el primer sábado de febrero. En primera instancia, se apuntaron 12 participantes y 6 voluntarios, pero luego resultó que no iban a venir más de 5 a 6 participantes. De los voluntarios apuntados nadie apareció, por caer en sábados (día en que todo el mundo está muy atareado) y por coincidir con la temporada de lluvias, cuando la gente no suele salir. Yo sola podía manejar el grupo de 5 a 6 personas a duras penas, porque se trataba de gente con discapacidad severa. Siempre era un alivio cuando Juan volvía a casa por la tarde. Sin embargo, era un trabajo muy gratificante. El almuerzo también formaba parte de esa jornada de 10 a 16h. Las más de las veces, Hermelinda, una mujer ciega, se encargaba de preparar la comida en un fuego de leña, muy especial. Una vez encargamos pizzas y la última vez cogimos comida de un restaurante chino. Una delicia para los participantes, que lo habían pasado muy bien y se despidieron de nosotros muy conmovidos.

Para el 3 de febrero había previsto ir al pueblo Gramazu, con la Red de Salud (un departamento del Ministerio de Samidad), para una campaña odontológica en un puesto de salud. Tuvo éxito, porque más de 33 personas se sometieron a tratamiento y control, con énfasis en la prevención. Dos semanas más tarde otra vez hicimos una campaña odontológica en el pueblo Chontbamba para unos 100 alumnos. Antes de que llegáramos nosotros, todos los niños ya habían pasado por la silla del dentista y nuestra única tarea era repartir cepillos de dientes y pasta dentífrica. A continuación, nos dirigimos a una residencia de ancianos, donde viven dos monjas y cinco ancianos. La mayoría de ellos tiene dientes postizos o sólo les quedan unos pocos dientes o muelas. Un hombre estaba echado en la cama gritando de dolor, por tres muelas que se le habían roto. Se encontraba muy débil. Por la tarde uno de los dentistas amigos fue otra vez a la residencia para extraerle una muela. A la semana siguiente otra y luego la última. Extraer las tres muelas a la vez hubiera sido demasiado arriesgado por hemorragias y su débil estado de salud. Tres campañas odontológicas (dos grandes y una pequeña) bastaban para 330 personas. Más aparte, se ha trabajado en la prevención para 75 niños.

Todos los días surge nueva faena. Por ejemplo, un conocido nuestro nos contó sobre María Alejandra, quien no puede andar. Al principio de la pandemia se rompió la pantorrilla, pero no pudo ir al hospital, que sólo abría sus puertas para pacientes del Covid. Ahora tiene el pie y un trozo de la pierna sueltos. La hemos ayudado mandándola a un hospital en Lima.

También había un chico sordomudo. Era muy útil hablar con su madre y un intérprete de signos. A continuación, la madre siguió nuestro consejo de llevar a su hijo a un cursillo de lenguaje de signos.

Un buen día vi en la tienda de un vendedor de chatarra una silla de ruedas, que por lo visto tenía arreglo. Como aquí siempre hay escasez de sillas de ruedas, la hicimos arreglar por 25 euros y ha quedado como nueva. Omaped determinará a quién la prestará. Siguiendo mi consejo, ya no regalan sillas de rueda, sino que las prestan.

También había que prestar atención a los comedores. Todas las cocineras se alegraban de volver a vernos y cada miércoles les llevábamos fruta como postre. Igual que la vez pasada, estaban muy agradecidas.

Hablando del capital semilla, cuesta mucho conseguirlo en Oxapampa. Lo que allí nos falta son voluntarios, el interés de parte de Omaped y del Ayuntamiento. Sin embargo, en Iquitos esperamos tener 50 participantes hacia el final del año.

Las semillas que habíamos comprado para cultivar hortalizas, han ido a parar a la residencia. Allí hay un gran terreno con buena tierra, donde se pueden sembrar. También el colegio de enseñanza especial estaba muy contento con una parte de las semillas. Estamos curiosos de ver las fotos en su día.

Respecto a los enseres escolares y el acompañamiento, en Iquitos eso marcha bien. Allí hay 45 alumnos que ahora tienen uniforme escolar. Además, hay 30 nuevas inscripciones de niños a quienes hemos dado una mochila con material escolar. En Oxapampa no lo hemos conseguido. Allí lo que falta es un voluntario, como Dora en Iquitos, para coordinarlo todo.

Lo que sí hemos logrado es reiniciar la preparación y distribución de paquetes alimenticios para los pobres extremos. Hemos visitado unas 25 personas a quienes hemos dado una cesta de alimentos. Si todo marcha bien, el Omaped de Chontabamba (un pueblo cerca de Oxapampa) repartirá cada mes cinco paquetes bajo mi supervisión y acompañamiento. Estoy a la espera de la primera lista con nombres, con mucha curiosidad. En Iquitos se siguen repartiendo 45 paquetes alimenticios mensualmente.

Aunque en Oxapampa los éxitos no son tan numerosos como en la ciudad de Iquitos, creo que hemos hecho un buen inicio de ciertas cosas. Por ejemplo, hemos empezado a colaborar con algunas personas de Chontabamba y Huancabamba. Con miras al escaso interés en Oxapampa, allí se trata más bien de visitas individuales de nuestra parte. Y hemos dado el primer paso para la colaboración con el Rotary Club en Oxapampa.

De vuelta en casa, ya me entran ganas de volver a Perú para seguir trabajando allí. Lo que ahora toca, es dar supervisión y acompañamiento desde Holanda. A partir de la pandemia, mucho ha cambiado en Perú. Ya hemos mencionado los puntos principales:

• El abismo entre pobres y ricos ha aumentado.
• Hay más criminalidad.
• Para no mencionar los terremotos, diluvios y avalanchas de barro inimaginables. Imagínate el río Linde desbordándose y arrastrando todas las casas a sus orillas.
• Continúa la tensión social en Perú. También el nuevo presidente se ha hecho culpable de blanqueo de dinero, igual que su predecesor. Seis presidentes en un plazo de cinco años, y la corrupción sigue.
• El número de enfermos en Perú aumenta de manera alarmante. Estamos contentos de que Europa ahora cuente con una vacuna contra el Dengue. En breve, nos la pondrán

¡Qué importante es donde uno nace! Estamos muy contentos de haber vuelto a Holanda sanos y salvos. También os estamos muy agradecidos a vosotros, lectores. Con cierta frecuencia recibimos reacciones al Boletín de Noticias, lo que nos da energía para continuar con el trabajo. Damos las gracias a cada donante. A muchos de ellos, les hemos explicado en qué se ha gastado el dinero. En noviembre esperamos volver a Perú para cinco meses.

Saludos,

Juan y Helena

BOLETIN DE NOTICIAS I – 2023

Hola amigos de HENUKI,

A mediados de diciembre del 2022 habéis recibido el último Boletín de Noticias desde Iquitos. Este boletín trata de nuestro período allí. A mediados de enero nos marchamos a Oxapampa.

En el boletín anterior os hablé del capital inicial, con el cual la gente puede empezar, por ejemplo, una pequeña tienda o un restaurante, bajo la tutela de un promotor de HENUKI. Al principio hay supervisión 3 veces cada 2 meses, luego 2 veces cada 3 meses y medio año más tarde tiene lugar la evaluación final. Si el pequeño comercio marcha bien, la gente recibe un certificado de HENUKI. Durante los seis susodichos momentos de acompañamiento, se comentan, entre otras cosas, la compra/venta, deudas, administración, etcétera. Esperamos que, después de año y medio, la gente sea capaz de llevar su negocio con total independencia.

Mi amiga norteamericana, quien se encarga de un equipo médico que trabaja en los ríos, ahora no está. Entonces he ido a visitar al coordinador de ese club con Dora. Resultó que tanto ellos como nosotros nos encargamos de la misma persona, Jandi, que está gravemente enfermo. Fue una lástima notar que no hubiera coordinación entre ambas organizaciones, cosa que me parece sumamente importante. Afortunadamente, hemos podido alinear esto, en el interés de Jandi y muchas personas como él.

También visité a Dora durante su campaña oftalmológica, en la que la gente recibe una consulta con el oftalmólogo y unas gafas por solo 5 euros. Mucha gente de aquí padece de cataratas y glaucoma. 

Por fin llegó el día de la campaña odontológica. Al principio, no era del todo seguro si podían venir, porque el día anterior un avión había chocado con un camión de bomberos en Lima. Seguro que habéis visto imágenes de ello. Pero llegaron y empezaron a trabajar el lunes. Un dentista faltaba, porque tenía retraso con el avión y sólo llegó el miércoles por la noche. Con todo, la campaña fue un éxito total y rotundo. Para HENUKI fue la primera vez. No menos de 210 niños han sido tratados. El tratamiento fue muy completo: extracción de elementos, empastes, aplicación de fluor, etcétera. No se perdió demasiado tiempo en dar explicaciones. Algunos de los niños no querían abrir la boca y hubo a quienes el tratamiento con fluor les dio arcadas. Para finalizar, se les regaló cepillo de dientes y pasta dentífrica. En campañas anteriores también acompañé a dentistas, pero en esas ocasiones sólo se hicieron volantes con el tratamiento necesario para que los niños fueran a un dentista en un centro de salud. Esa recomendación no solía seguirse, por falta de dinero para el viaje. Finalmente, el sábado se hizo un control de los dientes de los niños que padecen de sida. En resumidas cuentas: la campaña ha sido exitosa y los directores quieren que se repita

En nuestro período en Iquitos hemos visitado a mucha gente. Estábamos muy impresionados por unas personas que habían empezado una pequeña tienda donde ahora también venden comidas. Otros de los muchos ejemplos son: un chico sordo trabaja en el huerto de su madre y ahora vende, entre otras cosas, unas lechugas buenísimas. Una mujer con un hijo con el síndrome de Down vende frutas. Otra mujer con una hija minusválida vende desayunos en el mercado. En este momento hay 27 participantes con un capital inicial. Aspiramos ampliar este número a 50 personas.

Aparte de ello, se entregan 45 paquetes alimenticios por mes. Nuestra intención es ir disminuyéndolo poco a poco, porque un paquete alimenticio se acaba en una semana. Es más sostenible y mejor para la autoestima de la gente si toman su propia responsabilidad y trabajan para su sustento, produciendo cosas como llaveros, joyas, comidas, verduras, etcétera.

La ayuda de emergencia sigue siendo necesaria. Siempre habrá críos que jugando alrededor de una hoguera sufren quemaduras, o gente que tiene un accidente o que de repente se pone gravemente enferma. Nuestra estimación es de unas 10 personas al mes, que es un número mínimo, porque hay mucha gente enferma allí. Trabajar en Iquitos implica encontrarte con nuevos problemas cada día, grandes o pequeños, pero siempre surgen imprevistos.

La educación no es prioridad en este momento, porque son vacaciones. Los niños no van al colegio durante tres meses y lo que han aprendido se va olvidando parcialmente. Los 45 niños que en el año pasado recibieron una mochila con material educativo, este año recibirán un uniforme escolar, que en muchos casos es demasiado costoso para los padres. ¡Para no mencionar los zapatos!

Aparte de estos niños, hay 30 niños nuevos para el año escolar 2023. Recibirán una mochila con material didáctico para el año en curso. HENUKI se encargará de supervisar la presencia escolar, los resultados y la situación en casa cuatro veces al año.

Aparte de todo ello, hemos asistido a unas jornadas con actividades lúdicas en el mes de diciembre del 2022:

Día especial Orvisa/Compromiso: Orvisa es una compañía de Caterpillar. Compromiso es la fundación de Dora. Dichas entidades organizaron juntas una jornada con el tema del reciclaje, en la que participaron cinco escuelas. Utilizando materiales como botellas de plástico, de vidrio, papel y bolsas de plástico habían hecho llaveros, libritos, delantales, ropa, etcétera. Durante la mañana bailaron vestidos con ropa de plástico, entre otras cosas.

Más de una vez hemos visitado Nauta. Esta pequeña ciudad está a 90 km de distancia y siempre das las gracias al llegar allí sano y salvo, porque la manera de conducir de los chóferes no inspira demasiada confianza. También en Nauta hemos obtenido buenos resultados. Hay más pobreza que en Iquitos y todo es más caro. Ya hemos programado un día especial allí para el 24 de noviembre del 2023, enfocado en la colaboración con otras organizaciones. Es decir: un control odontológico, la Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad (Omaped), Centro de Educación Básica Especial (CEBE), la asistencia sanitaria mental y médica. Más aparte, en ese día se prestará atención al Documento de Identidad, violencia de género, etcétera. En Nauta están registradas 219 personas con una discapacidad, pero probablemente son muchas más. Por lo susodicho, podéis deducir que nuestra intención es volver a Perú en noviembre de este año en curso.

También participamos en una chocolatada en Los Delphines, donde los niños recibieron una taza de chocolate caliente con bollos. HENUKI regaló 100 cepillos de dientes y pasta dentífrica, lo que se agradeció mucho.

BOLETIN DE NOTICIAS II – 2023

Hola amigos de HENUKI,

Ya estamos de vuelta en nuestra casa en Kuinre y ha llegado la hora de manteneros al tanto de los últimos acontecimientos. El 11 de enero salimos hacia Oxapampa y después de un viaje de más de 12 horas por los Andes, llegamos a nuestro destino. Nuestra casa de alquiler todavía no estaba preparada del todo, así que dormimos las tres primeras noches en un TIPI. Una vez instaladas en la casa, pusimos manos a la obra. A partir de entonces, he ido colocando fotos de nuestro trabajo en Perú en Estados del Wasap, visibles para todos los que tengáis esa aplicación en el móvil. Las fotos no necesitan comentario.

En la primera semana fuimos al hospital para hacer citas con el trabajo social, el SISFOH (Sistema de Focalización de Hogares) y la Omaped (Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad). ¡Qué alegría reencontrarnos con tantos conocidos! Eso facilita el trabajo bastante, contrariamente a Iquitos, donde todo el personal cambia cada año o dos años. También hicimos una visita a la enseñanza especial, pero allí el número de alumnos disminuye rápidamente. No es que haya menos niños con discapacidad, sino que muchas veces a los padres les falta el dinero para pagar el viaje de ida y vuelta al cole. En realidad, igual que en Iquitos. El declive económico repercute en todos los terrenos.

También quedamos con nuestros amigos alemanes, a quienes conocemos desde el 2008. Tienen vacas, cuya leche se emplea para mantener en funcionamiento una fábrica de lácteos. Ellos también pasan unos meses al año en Perú, no en un viaje, como nosotros, sino en varios. En las épocas que coincidimos, nos vemos con cierta frecuencia.

Mucho ha cambiado en el lugar de Oxapampa. Siempre nos pareció un lindo pueblo de edificios bajos y casitas antiguas, pero desde el Covid se ha convertido en una pequeña ciudad. Mucha gente de Lima se ha trasladado a Oxapampa durante la pandemia por su clima saludable. Han comprado terrenos para poner allí viviendas de no menos de cuatro pisos. También se nota claramente que ha aumentado el abismo entre pobres y ricos, lo que no favorece la amabilidad de la gente. Por ejemplo, ocurren robos con allanamiento y hay que cerrar la bici con llave.

A mediados de enero hablamos con todas las niñas del vecindario y las invitamos a hacer manualidades en nuestra casa, igual que otros años. Durante las vacaciones escolares sí hay actividades para niños, pero son demasiado caras para sus padres. Nuestra calle consiste en una pista arenosa y cuando llueve, se vuelve cada vez menos accesible para el carro que suele llevarnos a casa. Por ello, hacemos los últimos 300 metros a pie, cuesta arriba y cuesta abajo, como buen entrenamiento para las piernas.

A finales de enero, todo estaba preparado para la guardería de adultos que he iniciado. Para ello, tuve unas reuniones con la Omaped, con el personal del departamento de psiquiatría y con los participantes. También necesitaba voluntarios. Empezamos el primer sábado de febrero. En primera instancia, se apuntaron 12 participantes y 6 voluntarios, pero luego resultó que no iban a venir más de 5 a 6 participantes. De los voluntarios apuntados nadie apareció, por caer en sábados (día en que todo el mundo está muy atareado) y por coincidir con la temporada de lluvias, cuando la gente no suele salir. Yo sola podía manejar el grupo de 5 a 6 personas a duras penas, porque se trataba de gente con discapacidad severa. Siempre era un alivio cuando Juan volvía a casa por la tarde. Sin embargo, era un trabajo muy gratificante. El almuerzo también formaba parte de esa jornada de 10 a 16h. Las más de las veces, Hermelinda, una mujer ciega, se encargaba de preparar la comida en un fuego de leña, muy especial. Una vez encargamos pizzas y la última vez cogimos comida de un restaurante chino. Una delicia para los participantes, que lo habían pasado muy bien y se despidieron de nosotros muy conmovidos.

Para el 3 de febrero había previsto ir al pueblo Gramazu, con la Red de Salud (un departamento del Ministerio de Samidad), para una campaña odontológica en un puesto de salud. Tuvo éxito, porque más de 33 personas se sometieron a tratamiento y control, con énfasis en la prevención. Dos semanas más tarde otra vez hicimos una campaña odontológica en el pueblo Chontbamba para unos 100 alumnos. Antes de que llegáramos nosotros, todos los niños ya habían pasado por la silla del dentista y nuestra única tarea era repartir cepillos de dientes y pasta dentífrica. A continuación, nos dirigimos a una residencia de ancianos, donde viven dos monjas y cinco ancianos. La mayoría de ellos tiene dientes postizos o sólo les quedan unos pocos dientes o muelas. Un hombre estaba echado en la cama gritando de dolor, por tres muelas que se le habían roto. Se encontraba muy débil. Por la tarde uno de los dentistas amigos fue otra vez a la residencia para extraerle una muela. A la semana siguiente otra y luego la última. Extraer las tres muelas a la vez hubiera sido demasiado arriesgado por hemorragias y su débil estado de salud. Tres campañas odontológicas (dos grandes y una pequeña) bastaban para 330 personas. Más aparte, se ha trabajado en la prevención para 75 niños.

Todos los días surge nueva faena. Por ejemplo, un conocido nuestro nos contó sobre María Alejandra, quien no puede andar. Al principio de la pandemia se rompió la pantorrilla, pero no pudo ir al hospital, que sólo abría sus puertas para pacientes del Covid. Ahora tiene el pie y un trozo de la pierna sueltos. La hemos ayudado mandándola a un hospital en Lima.

También había un chico sordomudo. Era muy útil hablar con su madre y un intérprete de signos. A continuación, la madre siguió nuestro consejo de llevar a su hijo a un cursillo de lenguaje de signos.

Un buen día vi en la tienda de un vendedor de chatarra una silla de ruedas, que por lo visto tenía arreglo. Como aquí siempre hay escasez de sillas de ruedas, la hicimos arreglar por 25 euros y ha quedado como nueva. Omaped determinará a quién la prestará. Siguiendo mi consejo, ya no regalan sillas de rueda, sino que las prestan.

También había que prestar atención a los comedores. Todas las cocineras se alegraban de volver a vernos y cada miércoles les llevábamos fruta como postre. Igual que la vez pasada, estaban muy agradecidas.

Hablando del capital semilla, cuesta mucho conseguirlo en Oxapampa. Lo que allí nos falta son voluntarios, el interés de parte de Omaped y del Ayuntamiento. Sin embargo, en Iquitos esperamos tener 50 participantes hacia el final del año.

Las semillas que habíamos comprado para cultivar hortalizas, han ido a parar a la residencia. Allí hay un gran terreno con buena tierra, donde se pueden sembrar. También el colegio de enseñanza especial estaba muy contento con una parte de las semillas. Estamos curiosos de ver las fotos en su día.

Respecto a los enseres escolares y el acompañamiento, en Iquitos eso marcha bien. Allí hay 45 alumnos que ahora tienen uniforme escolar. Además, hay 30 nuevas inscripciones de niños a quienes hemos dado una mochila con material escolar. En Oxapampa no lo hemos conseguido. Allí lo que falta es un voluntario, como Dora en Iquitos, para coordinarlo todo.

Lo que sí hemos logrado es reiniciar la preparación y distribución de paquetes alimenticios para los pobres extremos. Hemos visitado unas 25 personas a quienes hemos dado una cesta de alimentos. Si todo marcha bien, el Omaped de Chontabamba (un pueblo cerca de Oxapampa) repartirá cada mes cinco paquetes bajo mi supervisión y acompañamiento. Estoy a la espera de la primera lista con nombres, con mucha curiosidad. En Iquitos se siguen repartiendo 45 paquetes alimenticios mensualmente.

Aunque en Oxapampa los éxitos no son tan numerosos como en la ciudad de Iquitos, creo que hemos hecho un buen inicio de ciertas cosas. Por ejemplo, hemos empezado a colaborar con algunas personas de Chontabamba y Huancabamba. Con miras al escaso interés en Oxapampa, allí se trata más bien de visitas individuales de nuestra parte. Y hemos dado el primer paso para la colaboración con el Rotary Club en Oxapampa.

De vuelta en casa, ya me entran ganas de volver a Perú para seguir trabajando allí. Lo que ahora toca, es dar supervisión y acompañamiento desde Holanda. A partir de la pandemia, mucho ha cambiado en Perú. Ya hemos mencionado los puntos principales:

• El abismo entre pobres y ricos ha aumentado.
• Hay más criminalidad.
• Para no mencionar los terremotos, diluvios y avalanchas de barro inimaginables. Imagínate el río Linde desbordándose y arrastrando todas las casas a sus orillas.
• Continúa la tensión social en Perú. También el nuevo presidente se ha hecho culpable de blanqueo de dinero, igual que su predecesor. Seis presidentes en un plazo de cinco años, y la corrupción sigue.
• El número de enfermos en Perú aumenta de manera alarmante. Estamos contentos de que Europa ahora cuente con una vacuna contra el Dengue. En breve, nos la pondrán

¡Qué importante es donde uno nace! Estamos muy contentos de haber vuelto a Holanda sanos y salvos. También os estamos muy agradecidos a vosotros, lectores. Con cierta frecuencia recibimos reacciones al Boletín de Noticias, lo que nos da energía para continuar con el trabajo. Damos las gracias a cada donante. A muchos de ellos, les hemos explicado en qué se ha gastado el dinero. En noviembre esperamos volver a Perú para cinco meses.

Saludos,

Juan y Helena

BOLETIN DE NOTICIAS I – 2023

Hola amigos de HENUKI,

A mediados de diciembre del 2022 habéis recibido el último Boletín de Noticias desde Iquitos. Este boletín trata de nuestro período allí. A mediados de enero nos marchamos a Oxapampa.

En el boletín anterior os hablé del capital inicial, con el cual la gente puede empezar, por ejemplo, una pequeña tienda o un restaurante, bajo la tutela de un promotor de HENUKI. Al principio hay supervisión 3 veces cada 2 meses, luego 2 veces cada 3 meses y medio año más tarde tiene lugar la evaluación final. Si el pequeño comercio marcha bien, la gente recibe un certificado de HENUKI. Durante los seis susodichos momentos de acompañamiento, se comentan, entre otras cosas, la compra/venta, deudas, administración, etcétera. Esperamos que, después de año y medio, la gente sea capaz de llevar su negocio con total independencia.

Mi amiga norteamericana, quien se encarga de un equipo médico que trabaja en los ríos, ahora no está. Entonces he ido a visitar al coordinador de ese club con Dora. Resultó que tanto ellos como nosotros nos encargamos de la misma persona, Jandi, que está gravemente enfermo. Fue una lástima notar que no hubiera coordinación entre ambas organizaciones, cosa que me parece sumamente importante. Afortunadamente, hemos podido alinear esto, en el interés de Jandi y muchas personas como él.

También visité a Dora durante su campaña oftalmológica, en la que la gente recibe una consulta con el oftalmólogo y unas gafas por solo 5 euros. Mucha gente de aquí padece de cataratas y glaucoma. 

Por fin llegó el día de la campaña odontológica. Al principio, no era del todo seguro si podían venir, porque el día anterior un avión había chocado con un camión de bomberos en Lima. Seguro que habéis visto imágenes de ello. Pero llegaron y empezaron a trabajar el lunes. Un dentista faltaba, porque tenía retraso con el avión y sólo llegó el miércoles por la noche. Con todo, la campaña fue un éxito total y rotundo. Para HENUKI fue la primera vez. No menos de 210 niños han sido tratados. El tratamiento fue muy completo: extracción de elementos, empastes, aplicación de fluor, etcétera. No se perdió demasiado tiempo en dar explicaciones. Algunos de los niños no querían abrir la boca y hubo a quienes el tratamiento con fluor les dio arcadas. Para finalizar, se les regaló cepillo de dientes y pasta dentífrica. En campañas anteriores también acompañé a dentistas, pero en esas ocasiones sólo se hicieron volantes con el tratamiento necesario para que los niños fueran a un dentista en un centro de salud. Esa recomendación no solía seguirse, por falta de dinero para el viaje. Finalmente, el sábado se hizo un control de los dientes de los niños que padecen de sida. En resumidas cuentas: la campaña ha sido exitosa y los directores quieren que se repita

En nuestro período en Iquitos hemos visitado a mucha gente. Estábamos muy impresionados por unas personas que habían empezado una pequeña tienda donde ahora también venden comidas. Otros de los muchos ejemplos son: un chico sordo trabaja en el huerto de su madre y ahora vende, entre otras cosas, unas lechugas buenísimas. Una mujer con un hijo con el síndrome de Down vende frutas. Otra mujer con una hija minusválida vende desayunos en el mercado. En este momento hay 27 participantes con un capital inicial. Aspiramos ampliar este número a 50 personas.

Aparte de ello, se entregan 45 paquetes alimenticios por mes. Nuestra intención es ir disminuyéndolo poco a poco, porque un paquete alimenticio se acaba en una semana. Es más sostenible y mejor para la autoestima de la gente si toman su propia responsabilidad y trabajan para su sustento, produciendo cosas como llaveros, joyas, comidas, verduras, etcétera.

La ayuda de emergencia sigue siendo necesaria. Siempre habrá críos que jugando alrededor de una hoguera sufren quemaduras, o gente que tiene un accidente o que de repente se pone gravemente enferma. Nuestra estimación es de unas 10 personas al mes, que es un número mínimo, porque hay mucha gente enferma allí. Trabajar en Iquitos implica encontrarte con nuevos problemas cada día, grandes o pequeños, pero siempre surgen imprevistos.

La educación no es prioridad en este momento, porque son vacaciones. Los niños no van al colegio durante tres meses y lo que han aprendido se va olvidando parcialmente. Los 45 niños que en el año pasado recibieron una mochila con material educativo, este año recibirán un uniforme escolar, que en muchos casos es demasiado costoso para los padres. ¡Para no mencionar los zapatos!

Aparte de estos niños, hay 30 niños nuevos para el año escolar 2023. Recibirán una mochila con material didáctico para el año en curso. HENUKI se encargará de supervisar la presencia escolar, los resultados y la situación en casa cuatro veces al año.

Aparte de todo ello, hemos asistido a unas jornadas con actividades lúdicas en el mes de diciembre del 2022:

Día especial Orvisa/Compromiso: Orvisa es una compañía de Caterpillar. Compromiso es la fundación de Dora. Dichas entidades organizaron juntas una jornada con el tema del reciclaje, en la que participaron cinco escuelas. Utilizando materiales como botellas de plástico, de vidrio, papel y bolsas de plástico habían hecho llaveros, libritos, delantales, ropa, etcétera. Durante la mañana bailaron vestidos con ropa de plástico, entre otras cosas.

Más de una vez hemos visitado Nauta. Esta pequeña ciudad está a 90 km de distancia y siempre das las gracias al llegar allí sano y salvo, porque la manera de conducir de los chóferes no inspira demasiada confianza. También en Nauta hemos obtenido buenos resultados. Hay más pobreza que en Iquitos y todo es más caro. Ya hemos programado un día especial allí para el 24 de noviembre del 2023, enfocado en la colaboración con otras organizaciones. Es decir: un control odontológico, la Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad (Omaped), Centro de Educación Básica Especial (CEBE), la asistencia sanitaria mental y médica. Más aparte, en ese día se prestará atención al Documento de Identidad, violencia de género, etcétera. En Nauta están registradas 219 personas con una discapacidad, pero probablemente son muchas más. Por lo susodicho, podéis deducir que nuestra intención es volver a Perú en noviembre de este año en curso.

También participamos en una chocolatada en Los Delphines, donde los niños recibieron una taza de chocolate caliente con bollos. HENUKI regaló 100 cepillos de dientes y pasta dentífrica, lo que se agradeció mucho.

BOLETIN DE NOTICIAS II – 2023

Hola amigos de HENUKI,

Ya estamos de vuelta en nuestra casa en Kuinre y ha llegado la hora de manteneros al tanto de los últimos acontecimientos. El 11 de enero salimos hacia Oxapampa y después de un viaje de más de 12 horas por los Andes, llegamos a nuestro destino. Nuestra casa de alquiler todavía no estaba preparada del todo, así que dormimos las tres primeras noches en un TIPI. Una vez instaladas en la casa, pusimos manos a la obra. A partir de entonces, he ido colocando fotos de nuestro trabajo en Perú en Estados del Wasap, visibles para todos los que tengáis esa aplicación en el móvil. Las fotos no necesitan comentario.

En la primera semana fuimos al hospital para hacer citas con el trabajo social, el SISFOH (Sistema de Focalización de Hogares) y la Omaped (Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad). ¡Qué alegría reencontrarnos con tantos conocidos! Eso facilita el trabajo bastante, contrariamente a Iquitos, donde todo el personal cambia cada año o dos años. También hicimos una visita a la enseñanza especial, pero allí el número de alumnos disminuye rápidamente. No es que haya menos niños con discapacidad, sino que muchas veces a los padres les falta el dinero para pagar el viaje de ida y vuelta al cole. En realidad, igual que en Iquitos. El declive económico repercute en todos los terrenos.

También quedamos con nuestros amigos alemanes, a quienes conocemos desde el 2008. Tienen vacas, cuya leche se emplea para mantener en funcionamiento una fábrica de lácteos. Ellos también pasan unos meses al año en Perú, no en un viaje, como nosotros, sino en varios. En las épocas que coincidimos, nos vemos con cierta frecuencia.

Mucho ha cambiado en el lugar de Oxapampa. Siempre nos pareció un lindo pueblo de edificios bajos y casitas antiguas, pero desde el Covid se ha convertido en una pequeña ciudad. Mucha gente de Lima se ha trasladado a Oxapampa durante la pandemia por su clima saludable. Han comprado terrenos para poner allí viviendas de no menos de cuatro pisos. También se nota claramente que ha aumentado el abismo entre pobres y ricos, lo que no favorece la amabilidad de la gente. Por ejemplo, ocurren robos con allanamiento y hay que cerrar la bici con llave.

A mediados de enero hablamos con todas las niñas del vecindario y las invitamos a hacer manualidades en nuestra casa, igual que otros años. Durante las vacaciones escolares sí hay actividades para niños, pero son demasiado caras para sus padres. Nuestra calle consiste en una pista arenosa y cuando llueve, se vuelve cada vez menos accesible para el carro que suele llevarnos a casa. Por ello, hacemos los últimos 300 metros a pie, cuesta arriba y cuesta abajo, como buen entrenamiento para las piernas.

A finales de enero, todo estaba preparado para la guardería de adultos que he iniciado. Para ello, tuve unas reuniones con la Omaped, con el personal del departamento de psiquiatría y con los participantes. También necesitaba voluntarios. Empezamos el primer sábado de febrero. En primera instancia, se apuntaron 12 participantes y 6 voluntarios, pero luego resultó que no iban a venir más de 5 a 6 participantes. De los voluntarios apuntados nadie apareció, por caer en sábados (día en que todo el mundo está muy atareado) y por coincidir con la temporada de lluvias, cuando la gente no suele salir. Yo sola podía manejar el grupo de 5 a 6 personas a duras penas, porque se trataba de gente con discapacidad severa. Siempre era un alivio cuando Juan volvía a casa por la tarde. Sin embargo, era un trabajo muy gratificante. El almuerzo también formaba parte de esa jornada de 10 a 16h. Las más de las veces, Hermelinda, una mujer ciega, se encargaba de preparar la comida en un fuego de leña, muy especial. Una vez encargamos pizzas y la última vez cogimos comida de un restaurante chino. Una delicia para los participantes, que lo habían pasado muy bien y se despidieron de nosotros muy conmovidos.

Para el 3 de febrero había previsto ir al pueblo Gramazu, con la Red de Salud (un departamento del Ministerio de Samidad), para una campaña odontológica en un puesto de salud. Tuvo éxito, porque más de 33 personas se sometieron a tratamiento y control, con énfasis en la prevención. Dos semanas más tarde otra vez hicimos una campaña odontológica en el pueblo Chontbamba para unos 100 alumnos. Antes de que llegáramos nosotros, todos los niños ya habían pasado por la silla del dentista y nuestra única tarea era repartir cepillos de dientes y pasta dentífrica. A continuación, nos dirigimos a una residencia de ancianos, donde viven dos monjas y cinco ancianos. La mayoría de ellos tiene dientes postizos o sólo les quedan unos pocos dientes o muelas. Un hombre estaba echado en la cama gritando de dolor, por tres muelas que se le habían roto. Se encontraba muy débil. Por la tarde uno de los dentistas amigos fue otra vez a la residencia para extraerle una muela. A la semana siguiente otra y luego la última. Extraer las tres muelas a la vez hubiera sido demasiado arriesgado por hemorragias y su débil estado de salud. Tres campañas odontológicas (dos grandes y una pequeña) bastaban para 330 personas. Más aparte, se ha trabajado en la prevención para 75 niños.

Todos los días surge nueva faena. Por ejemplo, un conocido nuestro nos contó sobre María Alejandra, quien no puede andar. Al principio de la pandemia se rompió la pantorrilla, pero no pudo ir al hospital, que sólo abría sus puertas para pacientes del Covid. Ahora tiene el pie y un trozo de la pierna sueltos. La hemos ayudado mandándola a un hospital en Lima.

También había un chico sordomudo. Era muy útil hablar con su madre y un intérprete de signos. A continuación, la madre siguió nuestro consejo de llevar a su hijo a un cursillo de lenguaje de signos.

Un buen día vi en la tienda de un vendedor de chatarra una silla de ruedas, que por lo visto tenía arreglo. Como aquí siempre hay escasez de sillas de ruedas, la hicimos arreglar por 25 euros y ha quedado como nueva. Omaped determinará a quién la prestará. Siguiendo mi consejo, ya no regalan sillas de rueda, sino que las prestan.

También había que prestar atención a los comedores. Todas las cocineras se alegraban de volver a vernos y cada miércoles les llevábamos fruta como postre. Igual que la vez pasada, estaban muy agradecidas.

Hablando del capital semilla, cuesta mucho conseguirlo en Oxapampa. Lo que allí nos falta son voluntarios, el interés de parte de Omaped y del Ayuntamiento. Sin embargo, en Iquitos esperamos tener 50 participantes hacia el final del año.

Las semillas que habíamos comprado para cultivar hortalizas, han ido a parar a la residencia. Allí hay un gran terreno con buena tierra, donde se pueden sembrar. También el colegio de enseñanza especial estaba muy contento con una parte de las semillas. Estamos curiosos de ver las fotos en su día.

Respecto a los enseres escolares y el acompañamiento, en Iquitos eso marcha bien. Allí hay 45 alumnos que ahora tienen uniforme escolar. Además, hay 30 nuevas inscripciones de niños a quienes hemos dado una mochila con material escolar. En Oxapampa no lo hemos conseguido. Allí lo que falta es un voluntario, como Dora en Iquitos, para coordinarlo todo.

Lo que sí hemos logrado es reiniciar la preparación y distribución de paquetes alimenticios para los pobres extremos. Hemos visitado unas 25 personas a quienes hemos dado una cesta de alimentos. Si todo marcha bien, el Omaped de Chontabamba (un pueblo cerca de Oxapampa) repartirá cada mes cinco paquetes bajo mi supervisión y acompañamiento. Estoy a la espera de la primera lista con nombres, con mucha curiosidad. En Iquitos se siguen repartiendo 45 paquetes alimenticios mensualmente.

Aunque en Oxapampa los éxitos no son tan numerosos como en la ciudad de Iquitos, creo que hemos hecho un buen inicio de ciertas cosas. Por ejemplo, hemos empezado a colaborar con algunas personas de Chontabamba y Huancabamba. Con miras al escaso interés en Oxapampa, allí se trata más bien de visitas individuales de nuestra parte. Y hemos dado el primer paso para la colaboración con el Rotary Club en Oxapampa.

De vuelta en casa, ya me entran ganas de volver a Perú para seguir trabajando allí. Lo que ahora toca, es dar supervisión y acompañamiento desde Holanda. A partir de la pandemia, mucho ha cambiado en Perú. Ya hemos mencionado los puntos principales:

• El abismo entre pobres y ricos ha aumentado.
• Hay más criminalidad.
• Para no mencionar los terremotos, diluvios y avalanchas de barro inimaginables. Imagínate el río Linde desbordándose y arrastrando todas las casas a sus orillas.
• Continúa la tensión social en Perú. También el nuevo presidente se ha hecho culpable de blanqueo de dinero, igual que su predecesor. Seis presidentes en un plazo de cinco años, y la corrupción sigue.
• El número de enfermos en Perú aumenta de manera alarmante. Estamos contentos de que Europa ahora cuente con una vacuna contra el Dengue. En breve, nos la pondrán

¡Qué importante es donde uno nace! Estamos muy contentos de haber vuelto a Holanda sanos y salvos. También os estamos muy agradecidos a vosotros, lectores. Con cierta frecuencia recibimos reacciones al Boletín de Noticias, lo que nos da energía para continuar con el trabajo. Damos las gracias a cada donante. A muchos de ellos, les hemos explicado en qué se ha gastado el dinero. En noviembre esperamos volver a Perú para cinco meses.

Saludos,

Juan y Helena

BOLETIN DE NOTICIAS I – 2023

Hola amigos de HENUKI,

A mediados de diciembre del 2022 habéis recibido el último Boletín de Noticias desde Iquitos. Este boletín trata de nuestro período allí. A mediados de enero nos marchamos a Oxapampa.

En el boletín anterior os hablé del capital inicial, con el cual la gente puede empezar, por ejemplo, una pequeña tienda o un restaurante, bajo la tutela de un promotor de HENUKI. Al principio hay supervisión 3 veces cada 2 meses, luego 2 veces cada 3 meses y medio año más tarde tiene lugar la evaluación final. Si el pequeño comercio marcha bien, la gente recibe un certificado de HENUKI. Durante los seis susodichos momentos de acompañamiento, se comentan, entre otras cosas, la compra/venta, deudas, administración, etcétera. Esperamos que, después de año y medio, la gente sea capaz de llevar su negocio con total independencia.

Mi amiga norteamericana, quien se encarga de un equipo médico que trabaja en los ríos, ahora no está. Entonces he ido a visitar al coordinador de ese club con Dora. Resultó que tanto ellos como nosotros nos encargamos de la misma persona, Jandi, que está gravemente enfermo. Fue una lástima notar que no hubiera coordinación entre ambas organizaciones, cosa que me parece sumamente importante. Afortunadamente, hemos podido alinear esto, en el interés de Jandi y muchas personas como él.

También visité a Dora durante su campaña oftalmológica, en la que la gente recibe una consulta con el oftalmólogo y unas gafas por solo 5 euros. Mucha gente de aquí padece de cataratas y glaucoma. 

Por fin llegó el día de la campaña odontológica. Al principio, no era del todo seguro si podían venir, porque el día anterior un avión había chocado con un camión de bomberos en Lima. Seguro que habéis visto imágenes de ello. Pero llegaron y empezaron a trabajar el lunes. Un dentista faltaba, porque tenía retraso con el avión y sólo llegó el miércoles por la noche. Con todo, la campaña fue un éxito total y rotundo. Para HENUKI fue la primera vez. No menos de 210 niños han sido tratados. El tratamiento fue muy completo: extracción de elementos, empastes, aplicación de fluor, etcétera. No se perdió demasiado tiempo en dar explicaciones. Algunos de los niños no querían abrir la boca y hubo a quienes el tratamiento con fluor les dio arcadas. Para finalizar, se les regaló cepillo de dientes y pasta dentífrica. En campañas anteriores también acompañé a dentistas, pero en esas ocasiones sólo se hicieron volantes con el tratamiento necesario para que los niños fueran a un dentista en un centro de salud. Esa recomendación no solía seguirse, por falta de dinero para el viaje. Finalmente, el sábado se hizo un control de los dientes de los niños que padecen de sida. En resumidas cuentas: la campaña ha sido exitosa y los directores quieren que se repita

En nuestro período en Iquitos hemos visitado a mucha gente. Estábamos muy impresionados por unas personas que habían empezado una pequeña tienda donde ahora también venden comidas. Otros de los muchos ejemplos son: un chico sordo trabaja en el huerto de su madre y ahora vende, entre otras cosas, unas lechugas buenísimas. Una mujer con un hijo con el síndrome de Down vende frutas. Otra mujer con una hija minusválida vende desayunos en el mercado. En este momento hay 27 participantes con un capital inicial. Aspiramos ampliar este número a 50 personas.

Aparte de ello, se entregan 45 paquetes alimenticios por mes. Nuestra intención es ir disminuyéndolo poco a poco, porque un paquete alimenticio se acaba en una semana. Es más sostenible y mejor para la autoestima de la gente si toman su propia responsabilidad y trabajan para su sustento, produciendo cosas como llaveros, joyas, comidas, verduras, etcétera.

La ayuda de emergencia sigue siendo necesaria. Siempre habrá críos que jugando alrededor de una hoguera sufren quemaduras, o gente que tiene un accidente o que de repente se pone gravemente enferma. Nuestra estimación es de unas 10 personas al mes, que es un número mínimo, porque hay mucha gente enferma allí. Trabajar en Iquitos implica encontrarte con nuevos problemas cada día, grandes o pequeños, pero siempre surgen imprevistos.

La educación no es prioridad en este momento, porque son vacaciones. Los niños no van al colegio durante tres meses y lo que han aprendido se va olvidando parcialmente. Los 45 niños que en el año pasado recibieron una mochila con material educativo, este año recibirán un uniforme escolar, que en muchos casos es demasiado costoso para los padres. ¡Para no mencionar los zapatos!

Aparte de estos niños, hay 30 niños nuevos para el año escolar 2023. Recibirán una mochila con material didáctico para el año en curso. HENUKI se encargará de supervisar la presencia escolar, los resultados y la situación en casa cuatro veces al año.

Aparte de todo ello, hemos asistido a unas jornadas con actividades lúdicas en el mes de diciembre del 2022:

Día especial Orvisa/Compromiso: Orvisa es una compañía de Caterpillar. Compromiso es la fundación de Dora. Dichas entidades organizaron juntas una jornada con el tema del reciclaje, en la que participaron cinco escuelas. Utilizando materiales como botellas de plástico, de vidrio, papel y bolsas de plástico habían hecho llaveros, libritos, delantales, ropa, etcétera. Durante la mañana bailaron vestidos con ropa de plástico, entre otras cosas.

Más de una vez hemos visitado Nauta. Esta pequeña ciudad está a 90 km de distancia y siempre das las gracias al llegar allí sano y salvo, porque la manera de conducir de los chóferes no inspira demasiada confianza. También en Nauta hemos obtenido buenos resultados. Hay más pobreza que en Iquitos y todo es más caro. Ya hemos programado un día especial allí para el 24 de noviembre del 2023, enfocado en la colaboración con otras organizaciones. Es decir: un control odontológico, la Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad (Omaped), Centro de Educación Básica Especial (CEBE), la asistencia sanitaria mental y médica. Más aparte, en ese día se prestará atención al Documento de Identidad, violencia de género, etcétera. En Nauta están registradas 219 personas con una discapacidad, pero probablemente son muchas más. Por lo susodicho, podéis deducir que nuestra intención es volver a Perú en noviembre de este año en curso.

También participamos en una chocolatada en Los Delphines, donde los niños recibieron una taza de chocolate caliente con bollos. HENUKI regaló 100 cepillos de dientes y pasta dentífrica, lo que se agradeció mucho.

BOLETIN DE NOTICIAS II – 2023

Hola amigos de HENUKI,

Ya estamos de vuelta en nuestra casa en Kuinre y ha llegado la hora de manteneros al tanto de los últimos acontecimientos. El 11 de enero salimos hacia Oxapampa y después de un viaje de más de 12 horas por los Andes, llegamos a nuestro destino. Nuestra casa de alquiler todavía no estaba preparada del todo, así que dormimos las tres primeras noches en un TIPI. Una vez instaladas en la casa, pusimos manos a la obra. A partir de entonces, he ido colocando fotos de nuestro trabajo en Perú en Estados del Wasap, visibles para todos los que tengáis esa aplicación en el móvil. Las fotos no necesitan comentario.

En la primera semana fuimos al hospital para hacer citas con el trabajo social, el SISFOH (Sistema de Focalización de Hogares) y la Omaped (Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad). ¡Qué alegría reencontrarnos con tantos conocidos! Eso facilita el trabajo bastante, contrariamente a Iquitos, donde todo el personal cambia cada año o dos años. También hicimos una visita a la enseñanza especial, pero allí el número de alumnos disminuye rápidamente. No es que haya menos niños con discapacidad, sino que muchas veces a los padres les falta el dinero para pagar el viaje de ida y vuelta al cole. En realidad, igual que en Iquitos. El declive económico repercute en todos los terrenos.

También quedamos con nuestros amigos alemanes, a quienes conocemos desde el 2008. Tienen vacas, cuya leche se emplea para mantener en funcionamiento una fábrica de lácteos. Ellos también pasan unos meses al año en Perú, no en un viaje, como nosotros, sino en varios. En las épocas que coincidimos, nos vemos con cierta frecuencia.

Mucho ha cambiado en el lugar de Oxapampa. Siempre nos pareció un lindo pueblo de edificios bajos y casitas antiguas, pero desde el Covid se ha convertido en una pequeña ciudad. Mucha gente de Lima se ha trasladado a Oxapampa durante la pandemia por su clima saludable. Han comprado terrenos para poner allí viviendas de no menos de cuatro pisos. También se nota claramente que ha aumentado el abismo entre pobres y ricos, lo que no favorece la amabilidad de la gente. Por ejemplo, ocurren robos con allanamiento y hay que cerrar la bici con llave.

A mediados de enero hablamos con todas las niñas del vecindario y las invitamos a hacer manualidades en nuestra casa, igual que otros años. Durante las vacaciones escolares sí hay actividades para niños, pero son demasiado caras para sus padres. Nuestra calle consiste en una pista arenosa y cuando llueve, se vuelve cada vez menos accesible para el carro que suele llevarnos a casa. Por ello, hacemos los últimos 300 metros a pie, cuesta arriba y cuesta abajo, como buen entrenamiento para las piernas.

A finales de enero, todo estaba preparado para la guardería de adultos que he iniciado. Para ello, tuve unas reuniones con la Omaped, con el personal del departamento de psiquiatría y con los participantes. También necesitaba voluntarios. Empezamos el primer sábado de febrero. En primera instancia, se apuntaron 12 participantes y 6 voluntarios, pero luego resultó que no iban a venir más de 5 a 6 participantes. De los voluntarios apuntados nadie apareció, por caer en sábados (día en que todo el mundo está muy atareado) y por coincidir con la temporada de lluvias, cuando la gente no suele salir. Yo sola podía manejar el grupo de 5 a 6 personas a duras penas, porque se trataba de gente con discapacidad severa. Siempre era un alivio cuando Juan volvía a casa por la tarde. Sin embargo, era un trabajo muy gratificante. El almuerzo también formaba parte de esa jornada de 10 a 16h. Las más de las veces, Hermelinda, una mujer ciega, se encargaba de preparar la comida en un fuego de leña, muy especial. Una vez encargamos pizzas y la última vez cogimos comida de un restaurante chino. Una delicia para los participantes, que lo habían pasado muy bien y se despidieron de nosotros muy conmovidos.

Para el 3 de febrero había previsto ir al pueblo Gramazu, con la Red de Salud (un departamento del Ministerio de Samidad), para una campaña odontológica en un puesto de salud. Tuvo éxito, porque más de 33 personas se sometieron a tratamiento y control, con énfasis en la prevención. Dos semanas más tarde otra vez hicimos una campaña odontológica en el pueblo Chontbamba para unos 100 alumnos. Antes de que llegáramos nosotros, todos los niños ya habían pasado por la silla del dentista y nuestra única tarea era repartir cepillos de dientes y pasta dentífrica. A continuación, nos dirigimos a una residencia de ancianos, donde viven dos monjas y cinco ancianos. La mayoría de ellos tiene dientes postizos o sólo les quedan unos pocos dientes o muelas. Un hombre estaba echado en la cama gritando de dolor, por tres muelas que se le habían roto. Se encontraba muy débil. Por la tarde uno de los dentistas amigos fue otra vez a la residencia para extraerle una muela. A la semana siguiente otra y luego la última. Extraer las tres muelas a la vez hubiera sido demasiado arriesgado por hemorragias y su débil estado de salud. Tres campañas odontológicas (dos grandes y una pequeña) bastaban para 330 personas. Más aparte, se ha trabajado en la prevención para 75 niños.

Todos los días surge nueva faena. Por ejemplo, un conocido nuestro nos contó sobre María Alejandra, quien no puede andar. Al principio de la pandemia se rompió la pantorrilla, pero no pudo ir al hospital, que sólo abría sus puertas para pacientes del Covid. Ahora tiene el pie y un trozo de la pierna sueltos. La hemos ayudado mandándola a un hospital en Lima.

También había un chico sordomudo. Era muy útil hablar con su madre y un intérprete de signos. A continuación, la madre siguió nuestro consejo de llevar a su hijo a un cursillo de lenguaje de signos.

Un buen día vi en la tienda de un vendedor de chatarra una silla de ruedas, que por lo visto tenía arreglo. Como aquí siempre hay escasez de sillas de ruedas, la hicimos arreglar por 25 euros y ha quedado como nueva. Omaped determinará a quién la prestará. Siguiendo mi consejo, ya no regalan sillas de rueda, sino que las prestan.

También había que prestar atención a los comedores. Todas las cocineras se alegraban de volver a vernos y cada miércoles les llevábamos fruta como postre. Igual que la vez pasada, estaban muy agradecidas.

Hablando del capital semilla, cuesta mucho conseguirlo en Oxapampa. Lo que allí nos falta son voluntarios, el interés de parte de Omaped y del Ayuntamiento. Sin embargo, en Iquitos esperamos tener 50 participantes hacia el final del año.

Las semillas que habíamos comprado para cultivar hortalizas, han ido a parar a la residencia. Allí hay un gran terreno con buena tierra, donde se pueden sembrar. También el colegio de enseñanza especial estaba muy contento con una parte de las semillas. Estamos curiosos de ver las fotos en su día.

Respecto a los enseres escolares y el acompañamiento, en Iquitos eso marcha bien. Allí hay 45 alumnos que ahora tienen uniforme escolar. Además, hay 30 nuevas inscripciones de niños a quienes hemos dado una mochila con material escolar. En Oxapampa no lo hemos conseguido. Allí lo que falta es un voluntario, como Dora en Iquitos, para coordinarlo todo.

Lo que sí hemos logrado es reiniciar la preparación y distribución de paquetes alimenticios para los pobres extremos. Hemos visitado unas 25 personas a quienes hemos dado una cesta de alimentos. Si todo marcha bien, el Omaped de Chontabamba (un pueblo cerca de Oxapampa) repartirá cada mes cinco paquetes bajo mi supervisión y acompañamiento. Estoy a la espera de la primera lista con nombres, con mucha curiosidad. En Iquitos se siguen repartiendo 45 paquetes alimenticios mensualmente.

Aunque en Oxapampa los éxitos no son tan numerosos como en la ciudad de Iquitos, creo que hemos hecho un buen inicio de ciertas cosas. Por ejemplo, hemos empezado a colaborar con algunas personas de Chontabamba y Huancabamba. Con miras al escaso interés en Oxapampa, allí se trata más bien de visitas individuales de nuestra parte. Y hemos dado el primer paso para la colaboración con el Rotary Club en Oxapampa.

De vuelta en casa, ya me entran ganas de volver a Perú para seguir trabajando allí. Lo que ahora toca, es dar supervisión y acompañamiento desde Holanda. A partir de la pandemia, mucho ha cambiado en Perú. Ya hemos mencionado los puntos principales:

• El abismo entre pobres y ricos ha aumentado.
• Hay más criminalidad.
• Para no mencionar los terremotos, diluvios y avalanchas de barro inimaginables. Imagínate el río Linde desbordándose y arrastrando todas las casas a sus orillas.
• Continúa la tensión social en Perú. También el nuevo presidente se ha hecho culpable de blanqueo de dinero, igual que su predecesor. Seis presidentes en un plazo de cinco años, y la corrupción sigue.
• El número de enfermos en Perú aumenta de manera alarmante. Estamos contentos de que Europa ahora cuente con una vacuna contra el Dengue. En breve, nos la pondrán

¡Qué importante es donde uno nace! Estamos muy contentos de haber vuelto a Holanda sanos y salvos. También os estamos muy agradecidos a vosotros, lectores. Con cierta frecuencia recibimos reacciones al Boletín de Noticias, lo que nos da energía para continuar con el trabajo. Damos las gracias a cada donante. A muchos de ellos, les hemos explicado en qué se ha gastado el dinero. En noviembre esperamos volver a Perú para cinco meses.

Saludos,

Juan y Helena

BOLETIN DE NOTICIAS I – 2023

Hola amigos de HENUKI,

A mediados de diciembre del 2022 habéis recibido el último Boletín de Noticias desde Iquitos. Este boletín trata de nuestro período allí. A mediados de enero nos marchamos a Oxapampa.

En el boletín anterior os hablé del capital inicial, con el cual la gente puede empezar, por ejemplo, una pequeña tienda o un restaurante, bajo la tutela de un promotor de HENUKI. Al principio hay supervisión 3 veces cada 2 meses, luego 2 veces cada 3 meses y medio año más tarde tiene lugar la evaluación final. Si el pequeño comercio marcha bien, la gente recibe un certificado de HENUKI. Durante los seis susodichos momentos de acompañamiento, se comentan, entre otras cosas, la compra/venta, deudas, administración, etcétera. Esperamos que, después de año y medio, la gente sea capaz de llevar su negocio con total independencia.

Mi amiga norteamericana, quien se encarga de un equipo médico que trabaja en los ríos, ahora no está. Entonces he ido a visitar al coordinador de ese club con Dora. Resultó que tanto ellos como nosotros nos encargamos de la misma persona, Jandi, que está gravemente enfermo. Fue una lástima notar que no hubiera coordinación entre ambas organizaciones, cosa que me parece sumamente importante. Afortunadamente, hemos podido alinear esto, en el interés de Jandi y muchas personas como él.

También visité a Dora durante su campaña oftalmológica, en la que la gente recibe una consulta con el oftalmólogo y unas gafas por solo 5 euros. Mucha gente de aquí padece de cataratas y glaucoma. 

Por fin llegó el día de la campaña odontológica. Al principio, no era del todo seguro si podían venir, porque el día anterior un avión había chocado con un camión de bomberos en Lima. Seguro que habéis visto imágenes de ello. Pero llegaron y empezaron a trabajar el lunes. Un dentista faltaba, porque tenía retraso con el avión y sólo llegó el miércoles por la noche. Con todo, la campaña fue un éxito total y rotundo. Para HENUKI fue la primera vez. No menos de 210 niños han sido tratados. El tratamiento fue muy completo: extracción de elementos, empastes, aplicación de fluor, etcétera. No se perdió demasiado tiempo en dar explicaciones. Algunos de los niños no querían abrir la boca y hubo a quienes el tratamiento con fluor les dio arcadas. Para finalizar, se les regaló cepillo de dientes y pasta dentífrica. En campañas anteriores también acompañé a dentistas, pero en esas ocasiones sólo se hicieron volantes con el tratamiento necesario para que los niños fueran a un dentista en un centro de salud. Esa recomendación no solía seguirse, por falta de dinero para el viaje. Finalmente, el sábado se hizo un control de los dientes de los niños que padecen de sida. En resumidas cuentas: la campaña ha sido exitosa y los directores quieren que se repita

En nuestro período en Iquitos hemos visitado a mucha gente. Estábamos muy impresionados por unas personas que habían empezado una pequeña tienda donde ahora también venden comidas. Otros de los muchos ejemplos son: un chico sordo trabaja en el huerto de su madre y ahora vende, entre otras cosas, unas lechugas buenísimas. Una mujer con un hijo con el síndrome de Down vende frutas. Otra mujer con una hija minusválida vende desayunos en el mercado. En este momento hay 27 participantes con un capital inicial. Aspiramos ampliar este número a 50 personas.

Aparte de ello, se entregan 45 paquetes alimenticios por mes. Nuestra intención es ir disminuyéndolo poco a poco, porque un paquete alimenticio se acaba en una semana. Es más sostenible y mejor para la autoestima de la gente si toman su propia responsabilidad y trabajan para su sustento, produciendo cosas como llaveros, joyas, comidas, verduras, etcétera.

La ayuda de emergencia sigue siendo necesaria. Siempre habrá críos que jugando alrededor de una hoguera sufren quemaduras, o gente que tiene un accidente o que de repente se pone gravemente enferma. Nuestra estimación es de unas 10 personas al mes, que es un número mínimo, porque hay mucha gente enferma allí. Trabajar en Iquitos implica encontrarte con nuevos problemas cada día, grandes o pequeños, pero siempre surgen imprevistos.

La educación no es prioridad en este momento, porque son vacaciones. Los niños no van al colegio durante tres meses y lo que han aprendido se va olvidando parcialmente. Los 45 niños que en el año pasado recibieron una mochila con material educativo, este año recibirán un uniforme escolar, que en muchos casos es demasiado costoso para los padres. ¡Para no mencionar los zapatos!

Aparte de estos niños, hay 30 niños nuevos para el año escolar 2023. Recibirán una mochila con material didáctico para el año en curso. HENUKI se encargará de supervisar la presencia escolar, los resultados y la situación en casa cuatro veces al año.

Aparte de todo ello, hemos asistido a unas jornadas con actividades lúdicas en el mes de diciembre del 2022:

Día especial Orvisa/Compromiso: Orvisa es una compañía de Caterpillar. Compromiso es la fundación de Dora. Dichas entidades organizaron juntas una jornada con el tema del reciclaje, en la que participaron cinco escuelas. Utilizando materiales como botellas de plástico, de vidrio, papel y bolsas de plástico habían hecho llaveros, libritos, delantales, ropa, etcétera. Durante la mañana bailaron vestidos con ropa de plástico, entre otras cosas.

Más de una vez hemos visitado Nauta. Esta pequeña ciudad está a 90 km de distancia y siempre das las gracias al llegar allí sano y salvo, porque la manera de conducir de los chóferes no inspira demasiada confianza. También en Nauta hemos obtenido buenos resultados. Hay más pobreza que en Iquitos y todo es más caro. Ya hemos programado un día especial allí para el 24 de noviembre del 2023, enfocado en la colaboración con otras organizaciones. Es decir: un control odontológico, la Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad (Omaped), Centro de Educación Básica Especial (CEBE), la asistencia sanitaria mental y médica. Más aparte, en ese día se prestará atención al Documento de Identidad, violencia de género, etcétera. En Nauta están registradas 219 personas con una discapacidad, pero probablemente son muchas más. Por lo susodicho, podéis deducir que nuestra intención es volver a Perú en noviembre de este año en curso.

También participamos en una chocolatada en Los Delphines, donde los niños recibieron una taza de chocolate caliente con bollos. HENUKI regaló 100 cepillos de dientes y pasta dentífrica, lo que se agradeció mucho.

BOLETIN DE NOTICIAS II – 2023

Hola amigos de HENUKI,

Ya estamos de vuelta en nuestra casa en Kuinre y ha llegado la hora de manteneros al tanto de los últimos acontecimientos. El 11 de enero salimos hacia Oxapampa y después de un viaje de más de 12 horas por los Andes, llegamos a nuestro destino. Nuestra casa de alquiler todavía no estaba preparada del todo, así que dormimos las tres primeras noches en un TIPI. Una vez instaladas en la casa, pusimos manos a la obra. A partir de entonces, he ido colocando fotos de nuestro trabajo en Perú en Estados del Wasap, visibles para todos los que tengáis esa aplicación en el móvil. Las fotos no necesitan comentario.

En la primera semana fuimos al hospital para hacer citas con el trabajo social, el SISFOH (Sistema de Focalización de Hogares) y la Omaped (Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad). ¡Qué alegría reencontrarnos con tantos conocidos! Eso facilita el trabajo bastante, contrariamente a Iquitos, donde todo el personal cambia cada año o dos años. También hicimos una visita a la enseñanza especial, pero allí el número de alumnos disminuye rápidamente. No es que haya menos niños con discapacidad, sino que muchas veces a los padres les falta el dinero para pagar el viaje de ida y vuelta al cole. En realidad, igual que en Iquitos. El declive económico repercute en todos los terrenos.

También quedamos con nuestros amigos alemanes, a quienes conocemos desde el 2008. Tienen vacas, cuya leche se emplea para mantener en funcionamiento una fábrica de lácteos. Ellos también pasan unos meses al año en Perú, no en un viaje, como nosotros, sino en varios. En las épocas que coincidimos, nos vemos con cierta frecuencia.

Mucho ha cambiado en el lugar de Oxapampa. Siempre nos pareció un lindo pueblo de edificios bajos y casitas antiguas, pero desde el Covid se ha convertido en una pequeña ciudad. Mucha gente de Lima se ha trasladado a Oxapampa durante la pandemia por su clima saludable. Han comprado terrenos para poner allí viviendas de no menos de cuatro pisos. También se nota claramente que ha aumentado el abismo entre pobres y ricos, lo que no favorece la amabilidad de la gente. Por ejemplo, ocurren robos con allanamiento y hay que cerrar la bici con llave.

A mediados de enero hablamos con todas las niñas del vecindario y las invitamos a hacer manualidades en nuestra casa, igual que otros años. Durante las vacaciones escolares sí hay actividades para niños, pero son demasiado caras para sus padres. Nuestra calle consiste en una pista arenosa y cuando llueve, se vuelve cada vez menos accesible para el carro que suele llevarnos a casa. Por ello, hacemos los últimos 300 metros a pie, cuesta arriba y cuesta abajo, como buen entrenamiento para las piernas.

A finales de enero, todo estaba preparado para la guardería de adultos que he iniciado. Para ello, tuve unas reuniones con la Omaped, con el personal del departamento de psiquiatría y con los participantes. También necesitaba voluntarios. Empezamos el primer sábado de febrero. En primera instancia, se apuntaron 12 participantes y 6 voluntarios, pero luego resultó que no iban a venir más de 5 a 6 participantes. De los voluntarios apuntados nadie apareció, por caer en sábados (día en que todo el mundo está muy atareado) y por coincidir con la temporada de lluvias, cuando la gente no suele salir. Yo sola podía manejar el grupo de 5 a 6 personas a duras penas, porque se trataba de gente con discapacidad severa. Siempre era un alivio cuando Juan volvía a casa por la tarde. Sin embargo, era un trabajo muy gratificante. El almuerzo también formaba parte de esa jornada de 10 a 16h. Las más de las veces, Hermelinda, una mujer ciega, se encargaba de preparar la comida en un fuego de leña, muy especial. Una vez encargamos pizzas y la última vez cogimos comida de un restaurante chino. Una delicia para los participantes, que lo habían pasado muy bien y se despidieron de nosotros muy conmovidos.

Para el 3 de febrero había previsto ir al pueblo Gramazu, con la Red de Salud (un departamento del Ministerio de Samidad), para una campaña odontológica en un puesto de salud. Tuvo éxito, porque más de 33 personas se sometieron a tratamiento y control, con énfasis en la prevención. Dos semanas más tarde otra vez hicimos una campaña odontológica en el pueblo Chontbamba para unos 100 alumnos. Antes de que llegáramos nosotros, todos los niños ya habían pasado por la silla del dentista y nuestra única tarea era repartir cepillos de dientes y pasta dentífrica. A continuación, nos dirigimos a una residencia de ancianos, donde viven dos monjas y cinco ancianos. La mayoría de ellos tiene dientes postizos o sólo les quedan unos pocos dientes o muelas. Un hombre estaba echado en la cama gritando de dolor, por tres muelas que se le habían roto. Se encontraba muy débil. Por la tarde uno de los dentistas amigos fue otra vez a la residencia para extraerle una muela. A la semana siguiente otra y luego la última. Extraer las tres muelas a la vez hubiera sido demasiado arriesgado por hemorragias y su débil estado de salud. Tres campañas odontológicas (dos grandes y una pequeña) bastaban para 330 personas. Más aparte, se ha trabajado en la prevención para 75 niños.

Todos los días surge nueva faena. Por ejemplo, un conocido nuestro nos contó sobre María Alejandra, quien no puede andar. Al principio de la pandemia se rompió la pantorrilla, pero no pudo ir al hospital, que sólo abría sus puertas para pacientes del Covid. Ahora tiene el pie y un trozo de la pierna sueltos. La hemos ayudado mandándola a un hospital en Lima.

También había un chico sordomudo. Era muy útil hablar con su madre y un intérprete de signos. A continuación, la madre siguió nuestro consejo de llevar a su hijo a un cursillo de lenguaje de signos.

Un buen día vi en la tienda de un vendedor de chatarra una silla de ruedas, que por lo visto tenía arreglo. Como aquí siempre hay escasez de sillas de ruedas, la hicimos arreglar por 25 euros y ha quedado como nueva. Omaped determinará a quién la prestará. Siguiendo mi consejo, ya no regalan sillas de rueda, sino que las prestan.

También había que prestar atención a los comedores. Todas las cocineras se alegraban de volver a vernos y cada miércoles les llevábamos fruta como postre. Igual que la vez pasada, estaban muy agradecidas.

Hablando del capital semilla, cuesta mucho conseguirlo en Oxapampa. Lo que allí nos falta son voluntarios, el interés de parte de Omaped y del Ayuntamiento. Sin embargo, en Iquitos esperamos tener 50 participantes hacia el final del año.

Las semillas que habíamos comprado para cultivar hortalizas, han ido a parar a la residencia. Allí hay un gran terreno con buena tierra, donde se pueden sembrar. También el colegio de enseñanza especial estaba muy contento con una parte de las semillas. Estamos curiosos de ver las fotos en su día.

Respecto a los enseres escolares y el acompañamiento, en Iquitos eso marcha bien. Allí hay 45 alumnos que ahora tienen uniforme escolar. Además, hay 30 nuevas inscripciones de niños a quienes hemos dado una mochila con material escolar. En Oxapampa no lo hemos conseguido. Allí lo que falta es un voluntario, como Dora en Iquitos, para coordinarlo todo.

Lo que sí hemos logrado es reiniciar la preparación y distribución de paquetes alimenticios para los pobres extremos. Hemos visitado unas 25 personas a quienes hemos dado una cesta de alimentos. Si todo marcha bien, el Omaped de Chontabamba (un pueblo cerca de Oxapampa) repartirá cada mes cinco paquetes bajo mi supervisión y acompañamiento. Estoy a la espera de la primera lista con nombres, con mucha curiosidad. En Iquitos se siguen repartiendo 45 paquetes alimenticios mensualmente.

Aunque en Oxapampa los éxitos no son tan numerosos como en la ciudad de Iquitos, creo que hemos hecho un buen inicio de ciertas cosas. Por ejemplo, hemos empezado a colaborar con algunas personas de Chontabamba y Huancabamba. Con miras al escaso interés en Oxapampa, allí se trata más bien de visitas individuales de nuestra parte. Y hemos dado el primer paso para la colaboración con el Rotary Club en Oxapampa.

De vuelta en casa, ya me entran ganas de volver a Perú para seguir trabajando allí. Lo que ahora toca, es dar supervisión y acompañamiento desde Holanda. A partir de la pandemia, mucho ha cambiado en Perú. Ya hemos mencionado los puntos principales:

• El abismo entre pobres y ricos ha aumentado.
• Hay más criminalidad.
• Para no mencionar los terremotos, diluvios y avalanchas de barro inimaginables. Imagínate el río Linde desbordándose y arrastrando todas las casas a sus orillas.
• Continúa la tensión social en Perú. También el nuevo presidente se ha hecho culpable de blanqueo de dinero, igual que su predecesor. Seis presidentes en un plazo de cinco años, y la corrupción sigue.
• El número de enfermos en Perú aumenta de manera alarmante. Estamos contentos de que Europa ahora cuente con una vacuna contra el Dengue. En breve, nos la pondrán

¡Qué importante es donde uno nace! Estamos muy contentos de haber vuelto a Holanda sanos y salvos. También os estamos muy agradecidos a vosotros, lectores. Con cierta frecuencia recibimos reacciones al Boletín de Noticias, lo que nos da energía para continuar con el trabajo. Damos las gracias a cada donante. A muchos de ellos, les hemos explicado en qué se ha gastado el dinero. En noviembre esperamos volver a Perú para cinco meses.

Saludos,

Juan y Helena

BOLETIN DE NOTICIAS I – 2023

Hola amigos de HENUKI,

A mediados de diciembre del 2022 habéis recibido el último Boletín de Noticias desde Iquitos. Este boletín trata de nuestro período allí. A mediados de enero nos marchamos a Oxapampa.

En el boletín anterior os hablé del capital inicial, con el cual la gente puede empezar, por ejemplo, una pequeña tienda o un restaurante, bajo la tutela de un promotor de HENUKI. Al principio hay supervisión 3 veces cada 2 meses, luego 2 veces cada 3 meses y medio año más tarde tiene lugar la evaluación final. Si el pequeño comercio marcha bien, la gente recibe un certificado de HENUKI. Durante los seis susodichos momentos de acompañamiento, se comentan, entre otras cosas, la compra/venta, deudas, administración, etcétera. Esperamos que, después de año y medio, la gente sea capaz de llevar su negocio con total independencia.

Mi amiga norteamericana, quien se encarga de un equipo médico que trabaja en los ríos, ahora no está. Entonces he ido a visitar al coordinador de ese club con Dora. Resultó que tanto ellos como nosotros nos encargamos de la misma persona, Jandi, que está gravemente enfermo. Fue una lástima notar que no hubiera coordinación entre ambas organizaciones, cosa que me parece sumamente importante. Afortunadamente, hemos podido alinear esto, en el interés de Jandi y muchas personas como él.

También visité a Dora durante su campaña oftalmológica, en la que la gente recibe una consulta con el oftalmólogo y unas gafas por solo 5 euros. Mucha gente de aquí padece de cataratas y glaucoma. 

Por fin llegó el día de la campaña odontológica. Al principio, no era del todo seguro si podían venir, porque el día anterior un avión había chocado con un camión de bomberos en Lima. Seguro que habéis visto imágenes de ello. Pero llegaron y empezaron a trabajar el lunes. Un dentista faltaba, porque tenía retraso con el avión y sólo llegó el miércoles por la noche. Con todo, la campaña fue un éxito total y rotundo. Para HENUKI fue la primera vez. No menos de 210 niños han sido tratados. El tratamiento fue muy completo: extracción de elementos, empastes, aplicación de fluor, etcétera. No se perdió demasiado tiempo en dar explicaciones. Algunos de los niños no querían abrir la boca y hubo a quienes el tratamiento con fluor les dio arcadas. Para finalizar, se les regaló cepillo de dientes y pasta dentífrica. En campañas anteriores también acompañé a dentistas, pero en esas ocasiones sólo se hicieron volantes con el tratamiento necesario para que los niños fueran a un dentista en un centro de salud. Esa recomendación no solía seguirse, por falta de dinero para el viaje. Finalmente, el sábado se hizo un control de los dientes de los niños que padecen de sida. En resumidas cuentas: la campaña ha sido exitosa y los directores quieren que se repita

En nuestro período en Iquitos hemos visitado a mucha gente. Estábamos muy impresionados por unas personas que habían empezado una pequeña tienda donde ahora también venden comidas. Otros de los muchos ejemplos son: un chico sordo trabaja en el huerto de su madre y ahora vende, entre otras cosas, unas lechugas buenísimas. Una mujer con un hijo con el síndrome de Down vende frutas. Otra mujer con una hija minusválida vende desayunos en el mercado. En este momento hay 27 participantes con un capital inicial. Aspiramos ampliar este número a 50 personas.

Aparte de ello, se entregan 45 paquetes alimenticios por mes. Nuestra intención es ir disminuyéndolo poco a poco, porque un paquete alimenticio se acaba en una semana. Es más sostenible y mejor para la autoestima de la gente si toman su propia responsabilidad y trabajan para su sustento, produciendo cosas como llaveros, joyas, comidas, verduras, etcétera.

La ayuda de emergencia sigue siendo necesaria. Siempre habrá críos que jugando alrededor de una hoguera sufren quemaduras, o gente que tiene un accidente o que de repente se pone gravemente enferma. Nuestra estimación es de unas 10 personas al mes, que es un número mínimo, porque hay mucha gente enferma allí. Trabajar en Iquitos implica encontrarte con nuevos problemas cada día, grandes o pequeños, pero siempre surgen imprevistos.

La educación no es prioridad en este momento, porque son vacaciones. Los niños no van al colegio durante tres meses y lo que han aprendido se va olvidando parcialmente. Los 45 niños que en el año pasado recibieron una mochila con material educativo, este año recibirán un uniforme escolar, que en muchos casos es demasiado costoso para los padres. ¡Para no mencionar los zapatos!

Aparte de estos niños, hay 30 niños nuevos para el año escolar 2023. Recibirán una mochila con material didáctico para el año en curso. HENUKI se encargará de supervisar la presencia escolar, los resultados y la situación en casa cuatro veces al año.

Aparte de todo ello, hemos asistido a unas jornadas con actividades lúdicas en el mes de diciembre del 2022:

Día especial Orvisa/Compromiso: Orvisa es una compañía de Caterpillar. Compromiso es la fundación de Dora. Dichas entidades organizaron juntas una jornada con el tema del reciclaje, en la que participaron cinco escuelas. Utilizando materiales como botellas de plástico, de vidrio, papel y bolsas de plástico habían hecho llaveros, libritos, delantales, ropa, etcétera. Durante la mañana bailaron vestidos con ropa de plástico, entre otras cosas.

Más de una vez hemos visitado Nauta. Esta pequeña ciudad está a 90 km de distancia y siempre das las gracias al llegar allí sano y salvo, porque la manera de conducir de los chóferes no inspira demasiada confianza. También en Nauta hemos obtenido buenos resultados. Hay más pobreza que en Iquitos y todo es más caro. Ya hemos programado un día especial allí para el 24 de noviembre del 2023, enfocado en la colaboración con otras organizaciones. Es decir: un control odontológico, la Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad (Omaped), Centro de Educación Básica Especial (CEBE), la asistencia sanitaria mental y médica. Más aparte, en ese día se prestará atención al Documento de Identidad, violencia de género, etcétera. En Nauta están registradas 219 personas con una discapacidad, pero probablemente son muchas más. Por lo susodicho, podéis deducir que nuestra intención es volver a Perú en noviembre de este año en curso.

También participamos en una chocolatada en Los Delphines, donde los niños recibieron una taza de chocolate caliente con bollos. HENUKI regaló 100 cepillos de dientes y pasta dentífrica, lo que se agradeció mucho.

BOLETIN DE NOTICIAS II – 2023

Hola amigos de HENUKI,

Ya estamos de vuelta en nuestra casa en Kuinre y ha llegado la hora de manteneros al tanto de los últimos acontecimientos. El 11 de enero salimos hacia Oxapampa y después de un viaje de más de 12 horas por los Andes, llegamos a nuestro destino. Nuestra casa de alquiler todavía no estaba preparada del todo, así que dormimos las tres primeras noches en un TIPI. Una vez instaladas en la casa, pusimos manos a la obra. A partir de entonces, he ido colocando fotos de nuestro trabajo en Perú en Estados del Wasap, visibles para todos los que tengáis esa aplicación en el móvil. Las fotos no necesitan comentario.

En la primera semana fuimos al hospital para hacer citas con el trabajo social, el SISFOH (Sistema de Focalización de Hogares) y la Omaped (Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad). ¡Qué alegría reencontrarnos con tantos conocidos! Eso facilita el trabajo bastante, contrariamente a Iquitos, donde todo el personal cambia cada año o dos años. También hicimos una visita a la enseñanza especial, pero allí el número de alumnos disminuye rápidamente. No es que haya menos niños con discapacidad, sino que muchas veces a los padres les falta el dinero para pagar el viaje de ida y vuelta al cole. En realidad, igual que en Iquitos. El declive económico repercute en todos los terrenos.

También quedamos con nuestros amigos alemanes, a quienes conocemos desde el 2008. Tienen vacas, cuya leche se emplea para mantener en funcionamiento una fábrica de lácteos. Ellos también pasan unos meses al año en Perú, no en un viaje, como nosotros, sino en varios. En las épocas que coincidimos, nos vemos con cierta frecuencia.

Mucho ha cambiado en el lugar de Oxapampa. Siempre nos pareció un lindo pueblo de edificios bajos y casitas antiguas, pero desde el Covid se ha convertido en una pequeña ciudad. Mucha gente de Lima se ha trasladado a Oxapampa durante la pandemia por su clima saludable. Han comprado terrenos para poner allí viviendas de no menos de cuatro pisos. También se nota claramente que ha aumentado el abismo entre pobres y ricos, lo que no favorece la amabilidad de la gente. Por ejemplo, ocurren robos con allanamiento y hay que cerrar la bici con llave.

A mediados de enero hablamos con todas las niñas del vecindario y las invitamos a hacer manualidades en nuestra casa, igual que otros años. Durante las vacaciones escolares sí hay actividades para niños, pero son demasiado caras para sus padres. Nuestra calle consiste en una pista arenosa y cuando llueve, se vuelve cada vez menos accesible para el carro que suele llevarnos a casa. Por ello, hacemos los últimos 300 metros a pie, cuesta arriba y cuesta abajo, como buen entrenamiento para las piernas.

A finales de enero, todo estaba preparado para la guardería de adultos que he iniciado. Para ello, tuve unas reuniones con la Omaped, con el personal del departamento de psiquiatría y con los participantes. También necesitaba voluntarios. Empezamos el primer sábado de febrero. En primera instancia, se apuntaron 12 participantes y 6 voluntarios, pero luego resultó que no iban a venir más de 5 a 6 participantes. De los voluntarios apuntados nadie apareció, por caer en sábados (día en que todo el mundo está muy atareado) y por coincidir con la temporada de lluvias, cuando la gente no suele salir. Yo sola podía manejar el grupo de 5 a 6 personas a duras penas, porque se trataba de gente con discapacidad severa. Siempre era un alivio cuando Juan volvía a casa por la tarde. Sin embargo, era un trabajo muy gratificante. El almuerzo también formaba parte de esa jornada de 10 a 16h. Las más de las veces, Hermelinda, una mujer ciega, se encargaba de preparar la comida en un fuego de leña, muy especial. Una vez encargamos pizzas y la última vez cogimos comida de un restaurante chino. Una delicia para los participantes, que lo habían pasado muy bien y se despidieron de nosotros muy conmovidos.

Para el 3 de febrero había previsto ir al pueblo Gramazu, con la Red de Salud (un departamento del Ministerio de Samidad), para una campaña odontológica en un puesto de salud. Tuvo éxito, porque más de 33 personas se sometieron a tratamiento y control, con énfasis en la prevención. Dos semanas más tarde otra vez hicimos una campaña odontológica en el pueblo Chontbamba para unos 100 alumnos. Antes de que llegáramos nosotros, todos los niños ya habían pasado por la silla del dentista y nuestra única tarea era repartir cepillos de dientes y pasta dentífrica. A continuación, nos dirigimos a una residencia de ancianos, donde viven dos monjas y cinco ancianos. La mayoría de ellos tiene dientes postizos o sólo les quedan unos pocos dientes o muelas. Un hombre estaba echado en la cama gritando de dolor, por tres muelas que se le habían roto. Se encontraba muy débil. Por la tarde uno de los dentistas amigos fue otra vez a la residencia para extraerle una muela. A la semana siguiente otra y luego la última. Extraer las tres muelas a la vez hubiera sido demasiado arriesgado por hemorragias y su débil estado de salud. Tres campañas odontológicas (dos grandes y una pequeña) bastaban para 330 personas. Más aparte, se ha trabajado en la prevención para 75 niños.

Todos los días surge nueva faena. Por ejemplo, un conocido nuestro nos contó sobre María Alejandra, quien no puede andar. Al principio de la pandemia se rompió la pantorrilla, pero no pudo ir al hospital, que sólo abría sus puertas para pacientes del Covid. Ahora tiene el pie y un trozo de la pierna sueltos. La hemos ayudado mandándola a un hospital en Lima.

También había un chico sordomudo. Era muy útil hablar con su madre y un intérprete de signos. A continuación, la madre siguió nuestro consejo de llevar a su hijo a un cursillo de lenguaje de signos.

Un buen día vi en la tienda de un vendedor de chatarra una silla de ruedas, que por lo visto tenía arreglo. Como aquí siempre hay escasez de sillas de ruedas, la hicimos arreglar por 25 euros y ha quedado como nueva. Omaped determinará a quién la prestará. Siguiendo mi consejo, ya no regalan sillas de rueda, sino que las prestan.

BOLETIN DE NOTICIAS I – 2023

Hola amigos de HENUKI,

A mediados de diciembre del 2022 habéis recibido el último Boletín de Noticias desde Iquitos. Este boletín trata de nuestro período allí. A mediados de enero nos marchamos a Oxapampa.

En el boletín anterior os hablé del capital inicial, con el cual la gente puede empezar, por ejemplo, una pequeña tienda o un restaurante, bajo la tutela de un promotor de HENUKI. Al principio hay supervisión 3 veces cada 2 meses, luego 2 veces cada 3 meses y medio año más tarde tiene lugar la evaluación final. Si el pequeño comercio marcha bien, la gente recibe un certificado de HENUKI. Durante los seis susodichos momentos de acompañamiento, se comentan, entre otras cosas, la compra/venta, deudas, administración, etcétera. Esperamos que, después de año y medio, la gente sea capaz de llevar su negocio con total independencia.

Mi amiga norteamericana, quien se encarga de un equipo médico que trabaja en los ríos, ahora no está. Entonces he ido a visitar al coordinador de ese club con Dora. Resultó que tanto ellos como nosotros nos encargamos de la misma persona, Jandi, que está gravemente enfermo. Fue una lástima notar que no hubiera coordinación entre ambas organizaciones, cosa que me parece sumamente importante. Afortunadamente, hemos podido alinear esto, en el interés de Jandi y muchas personas como él.

También visité a Dora durante su campaña oftalmológica, en la que la gente recibe una consulta con el oftalmólogo y unas gafas por solo 5 euros. Mucha gente de aquí padece de cataratas y glaucoma. 

Por fin llegó el día de la campaña odontológica. Al principio, no era del todo seguro si podían venir, porque el día anterior un avión había chocado con un camión de bomberos en Lima. Seguro que habéis visto imágenes de ello. Pero llegaron y empezaron a trabajar el lunes. Un dentista faltaba, porque tenía retraso con el avión y sólo llegó el miércoles por la noche. Con todo, la campaña fue un éxito total y rotundo. Para HENUKI fue la primera vez. No menos de 210 niños han sido tratados. El tratamiento fue muy completo: extracción de elementos, empastes, aplicación de fluor, etcétera. No se perdió demasiado tiempo en dar explicaciones. Algunos de los niños no querían abrir la boca y hubo a quienes el tratamiento con fluor les dio arcadas. Para finalizar, se les regaló cepillo de dientes y pasta dentífrica. En campañas anteriores también acompañé a dentistas, pero en esas ocasiones sólo se hicieron volantes con el tratamiento necesario para que los niños fueran a un dentista en un centro de salud. Esa recomendación no solía seguirse, por falta de dinero para el viaje. Finalmente, el sábado se hizo un control de los dientes de los niños que padecen de sida. En resumidas cuentas: la campaña ha sido exitosa y los directores quieren que se repita

En nuestro período en Iquitos hemos visitado a mucha gente. Estábamos muy impresionados por unas personas que habían empezado una pequeña tienda donde ahora también venden comidas. Otros de los muchos ejemplos son: un chico sordo trabaja en el huerto de su madre y ahora vende, entre otras cosas, unas lechugas buenísimas. Una mujer con un hijo con el síndrome de Down vende frutas. Otra mujer con una hija minusválida vende desayunos en el mercado. En este momento hay 27 participantes con un capital inicial. Aspiramos ampliar este número a 50 personas.

Aparte de ello, se entregan 45 paquetes alimenticios por mes. Nuestra intención es ir disminuyéndolo poco a poco, porque un paquete alimenticio se acaba en una semana. Es más sostenible y mejor para la autoestima de la gente si toman su propia responsabilidad y trabajan para su sustento, produciendo cosas como llaveros, joyas, comidas, verduras, etcétera.

La ayuda de emergencia sigue siendo necesaria. Siempre habrá críos que jugando alrededor de una hoguera sufren quemaduras, o gente que tiene un accidente o que de repente se pone gravemente enferma. Nuestra estimación es de unas 10 personas al mes, que es un número mínimo, porque hay mucha gente enferma allí. Trabajar en Iquitos implica encontrarte con nuevos problemas cada día, grandes o pequeños, pero siempre surgen imprevistos.

La educación no es prioridad en este momento, porque son vacaciones. Los niños no van al colegio durante tres meses y lo que han aprendido se va olvidando parcialmente. Los 45 niños que en el año pasado recibieron una mochila con material educativo, este año recibirán un uniforme escolar, que en muchos casos es demasiado costoso para los padres. ¡Para no mencionar los zapatos!

Aparte de estos niños, hay 30 niños nuevos para el año escolar 2023. Recibirán una mochila con material didáctico para el año en curso. HENUKI se encargará de supervisar la presencia escolar, los resultados y la situación en casa cuatro veces al año.

Aparte de todo ello, hemos asistido a unas jornadas con actividades lúdicas en el mes de diciembre del 2022:

Día especial Orvisa/Compromiso: Orvisa es una compañía de Caterpillar. Compromiso es la fundación de Dora. Dichas entidades organizaron juntas una jornada con el tema del reciclaje, en la que participaron cinco escuelas. Utilizando materiales como botellas de plástico, de vidrio, papel y bolsas de plástico habían hecho llaveros, libritos, delantales, ropa, etcétera. Durante la mañana bailaron vestidos con ropa de plástico, entre otras cosas.

Más de una vez hemos visitado Nauta. Esta pequeña ciudad está a 90 km de distancia y siempre das las gracias al llegar allí sano y salvo, porque la manera de conducir de los chóferes no inspira demasiada confianza. También en Nauta hemos obtenido buenos resultados. Hay más pobreza que en Iquitos y todo es más caro. Ya hemos programado un día especial allí para el 24 de noviembre del 2023, enfocado en la colaboración con otras organizaciones. Es decir: un control odontológico, la Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad (Omaped), Centro de Educación Básica Especial (CEBE), la asistencia sanitaria mental y médica. Más aparte, en ese día se prestará atención al Documento de Identidad, violencia de género, etcétera. En Nauta están registradas 219 personas con una discapacidad, pero probablemente son muchas más. Por lo susodicho, podéis deducir que nuestra intención es volver a Perú en noviembre de este año en curso.

También participamos en una chocolatada en Los Delphines, donde los niños recibieron una taza de chocolate caliente con bollos. HENUKI regaló 100 cepillos de dientes y pasta dentífrica, lo que se agradeció mucho.

Finalmente quiero mencionar una jornada que fue organizada por Dora y su fundación Compromiso. Nos habían invitado para participar en el Jurado para evaluar la presentación de una decena de grupos. Para ese fin, nos dieron un papel a Jan, Javier (un peruano de Lima) y yo para que hiciéramos apuntes. Afortunadamente, nosotros tres pudimos ponernos de acuerdo en cuanto a la evaluación final. Por la tarde también se presentó allí Queen Business de Perú, una maja mujer con interés en nuestro proyecto. Al final del mes irá a Méjico para las elecciones de Miss Business de América del Sur.

Hubo un bingo para finalizar ese día exitoso. Después, todos volvimos a casa satisfechos y contentos.

El 9 de enero de 2023 era nuestro último día en Iquitos. Por tercera vez, hicimos una reunión con todo el equipo. Ahora casi todos estamos en sintonía en cuanto a los planes para el futuro. Para terminar, tuvimos un almuerzo muy animado, en el que los panqueques con helado de Jan tuvieron mucho éxito.

Tuvimos un período muy agradable y fructuoso en Iquitos, donde esperamos poder volver en noviembre. En este momento hay mucha inestabilidad en el país, que sin embargo hasta ahora no nos ha afectado.

Saludos cordiales,

Juan y Helena.

Boletín de Noticias noviembre-diciembre 2022

Queridos amigos de HENUKI,

Este boletín de noticias trata de nuestras actividades durante el mes de noviembre del 2022. En el boletín anterior, habéis podido leer sobre nuestros proyectos. Tuvimos un buen vuelo de Ámsterdam a Lima. Como ya sabéis, en esa ciudad nos habían dado una cita en la Embajada de los Países Bajos. Tuvimos una entrevista muy agradable con la embajadora Nathalie Lintvelt y su asistente. La entrevista duró una hora, en la que nos hemos informado mutuamente. 

Nos contó que la criminalidad había aumentado como consecuencia de la pobreza. Aparte de eso, estaban en la quinta ola del coronavirus. Ella también mostró interés en nuestro trabajo y quería obtener más información sobre fundaciones holandesas activas en Perú. No las conozco todas, pero pude mencionar unas cuantas. Volviendo a nuestro hotel, de pronto vimos una pared con 552 fotos de médicos fallecidos desde el inicio del Covid, entre los cuales figuran médicos de Iquitos que se contagiaron. Desgraciadamente, la lista va en aumento. 

El 4 de noviembre cogimos el vuelo a Iquitos, por fin, después de haber esperado dos años y medio. El marido de Dora nos vino a buscar y nos llevó directamente a casa de Priscilla, la hija de Dora. Esa casa con sus 4 dormitorios y 5 cuartos de baño nos viene muy bien para la campaña odontológica. También tengo mi despacho allí, y en la cocina hay una mesa grande donde podemos celebrar nuestras reuniones. Sí necesitaba una limpieza, de lo cual se ha encargado Juan. El barrio donde vivimos es diferente al de los años anteriores: la gente se saluda y hay mucha cohesión social.

Después de unos días visitamos una escuela que en su día fue montada por un holandés. La tranquilidad nos llamó la atención: no había chiquillos gritando. Después vinieron a visitarnos mi amiga Nuria y más adelante Priscilla. Estábamos encantados de volver a vernos. El 9 de noviembre se presentó Dora para una primera reunión y empecé a notar un picor en la garganta. Un test de Covid dio positivo, probablemente a causa de un contagio en el viaje. Después de cinco días de aislamiento, que aproveché para hacer preparaciones del trabajo, ya no tenía síntomas. Afortunadamente, esto ocurrió en la semana 45 y no en la semana 47, durante la campaña odontológica.

La semana siguiente (semana 46) informamos a todas las escuelas de enseñanza básica sobre la campaña odontológica, pero… resultó que en esa misma semana también habían programado una olimpiada: un evento deportivo en un estadio grande para niños discapacitados que reciben educación especial. Muy bien en sí, por supuesto, pero para mí fue frustrante notar que los directores no nos habían informado de antemano. Tampoco me gustó que me preguntaran si no se podía aplazar la campaña odontológica, porque el equipo de dentistas ya había reservado sus vuelos etcétera. Un poco complicado…

Al día siguiente tuve una larga conversación con Dora. Ahora tiene una fundación nueva con la que frecuentemente colaboramos para mayor rendimiento. Está bien que haya colaboración entre las muchas organizaciones pequeñas que hay en Iquitos. Me gusta hacer de intermediario en ese aspecto.

Mi amiga Simone de Suiza también ha venido para un mes; me hizo mucha ilusión volver a verla. En su día nos llamó la atención sobre una lista de transporte del Cónsul de Austria, por lo que en plena pandemia pudimos volver a casa el 5 de abril de 2020. Simone trabaja aquí para niños que tienen sida. Tiene una residencia para 16 jóvenes hasta la edad de 18 años. Después de cumplir esa edad, pueden vivir y estudiar en otro sitio. Desgraciadamente, dicha enfermedad tiene desastrosas consecuencias, con una tasa de muerte de 650.000 personas el año pasado por todo el mundo. Según un médico alemán, que trabaja aquí en los ríos, el número de contagios va en aumento. Entre otras cosas, por la decisión del gobierno, al principio de la pandemia, de confinar a la gente en sus casas. Familias enteras estaban encerradas en casas pequeñas, con todas sus consecuencias.  

Por ello, llegué tarde a la reunión que estaba programada con Orvisa, pero todo salió bien. Orvisa es una compañía que vende cosas de Caterpillar. También ayudan a algunas personas con un capital semilla.. Desafortunadamente, tienen que parar sus actividades al final de este año. Igual que en Holanda, la vida ya no da para demasiada generosidad. He podido observar que la situación en Iquitos y alrededores va empeorando. Tanto perros y gatos como personas buscan algo comestible en la basura. Como consecuencia de la pobreza, la anemia ha ido en aumento, pero también todo tipo de mosquitos “prosperan” aquí. Artículos en la prensa local sobre el sida, malaria, violencia de género, corrupción y mucho más es “pan de cada día”. De verdad, es alarmante. El pollo (como ingrediente de la comida básica) cuesta 3 a 4 veces más que antes de la pandemia.

Por la noche, tuvimos una primera reunión con el equipo completo de HENUKI. Nos han informado sobre casos tristes, como el fallecimiento de varias personas, pero también sobre los éxitos. El capital semilla es una fórmula exitosa por lo que la gente puede montar un pequeño negocio o participar en la producción. Por ejemplo, una chica con parálisis de las manos es capaz de hacer llaveros y un chico sordo ha empezado a cultivar verduras (lechugas y cebollas). Están muy agradecidos. En las semanas venideras visitaré a muchos de ellos. 

Mi amiga norteamericana, quien se encarga de un equipo médico que trabaja en los ríos, ahora no está. Entonces he ido a visitar al coordinador de ese club con Dora. Resultó que tanto ellos como nosotros nos encargamos de la misma persona, Jandi, que está gravemente enfermo. Fue una lástima notar que no hubiera coordinación entre ambas organizaciones, cosa que me parece sumamente importante. Afortunadamente, hemos podido alinear esto, en el interés de Jandi y muchas personas como él.

También visité a Dora durante su campaña oftalmológica, en la que la gente recibe una consulta con el oftalmólogo y unas gafas por solo 5 euros. Mucha gente de aquí padece de cataratas y glaucoma. 

Por fin llegó el día de la campaña odontológica. Al principio, no era del todo seguro si podían venir, porque el día anterior un avión había chocado con un camión de bomberos en Lima. Seguro que habéis visto imágenes de ello. Pero llegaron y empezaron a trabajar el lunes. Un dentista faltaba, porque tenía retraso con el avión y sólo llegó el miércoles por la noche. Con todo, la campaña fue un éxito total y rotundo. Para HENUKI fue la primera vez. No menos de 210 niños han sido tratados. El tratamiento fue muy completo: extracción de elementos, empastes, aplicación de fluor, etcétera. No se perdió demasiado tiempo en dar explicaciones. Algunos de los niños no querían abrir la boca y hubo a quienes el tratamiento con fluor les dio arcadas. Para finalizar, se les regaló cepillo de dientes y pasta dentífrica. En campañas anteriores también acompañé a dentistas, pero en esas ocasiones sólo se hicieron volantes con el tratamiento necesario para que los niños fueran a un dentista en un centro de salud. Esa recomendación no solía seguirse, por falta de dinero para el viaje. Finalmente, el sábado se hizo un control de los dientes de los niños que padecen de sida. En resumidas cuentas: la campaña ha sido exitosa y los directores quieren que se repita

A lo largo de esa misma semana también he recibido en casa a algunas personas que necesitaban ayuda, entre las cuales Jorge Eduardo, a quien conozco desde sus 8 años. Nació con 7 meses como uno de gemelos. Su hermanito murió y a él lo intubaron inmediatamente después de su nacimiento. Posiblemente sus cuerdas vocales fueron tocadas en esa ocasión y todavía sigue sin poder hablar. Su madre murió en abril del 2020.

El 28 de noviembre Nuria visitó a un niño discapacitado e hizo un vídeo, en el que se podía ver un buen televisor, una casa de madera y camas con colchones. La conclusión fue: la madre no es extremadamente pobre, por lo que no puede optar a ayuda de HENUKI.

El mismo día hice una visita a mi amiga Lupe, a quien conozco desde el 2017. Vive en el barrio pobre Masusa con su familia: en total son 12 personas en la misma casa. Su hijo Dennis está en una silla de ruedas y ahora tiene 15 años. No va al colegio, porque su madre trabaja de lunes a viernes de 7 a 19h. Con ello gana unos 400 soles al mes, lo que equivale a 100 euros aproximadamente. Su marido no trabaja y se encarga de Dennis. En la casa también vive su hija, que tiene un niño de 3 años y un bebé de 6 meses, por lo que tampoco puede trabajar. Su marido es un adicto. Más aparte, viven allí un hijo de Lupe con su mujer y 3 hijos, todos sin empleo. Necesito obtener más datos sobre esa familia, pero mi plan es hacer participar a la hija en el proyecto con un capital semilla. Por ejemplo, si puede montar una pequeña tienda en casa, a la vez puede encargarse del bebé. En breve, lo comentaremos con madre e hija.

Dennis el hijo de Lupe.

El último día del mes visité a un amigo norteamericano que tiene una fundación interesante. Aparte de cuidado dental gratis y atención médica para los pobres, se encarga de agua potable limpia. Los más pobres pueden recibir un barril en el que se filtra el agua, no con materias primas, sino con un práctico sistema de filtración. En breve, haremos un primer pedido.

Eso era todo, de momento. Me doy cuenta de que es un boletín de noticias largo. Sin embargo, lo veo como mi obligación manteneros al corriente, como amigos de HENUKI, de nuestras actividades. Espero que os guste y ¡no dudéis en hacernos preguntas, si las hay!

Saludos Cordiales, Juan y Helena

Boletín de Noticias octubre de 2022

Queridos amigos de HENUKI,

¡HENUKI volverá a Perú!

Por la presente queremos informaros más detalladamente al respecto. ¡Esperamos que os guste!

En abril del 2020 regresamos de Perú. Después no nos fue posible volver allí a causa del coronavirus. El 2 de noviembre del 2022, por fin esperamos poder ir a Perú para cinco meses. Tenemos una cita en la Embajada holandesa en Lima para el 3 de noviembre, que ya es un buen punto de partida. El día 4 continuaremos nuestro viaje en avión hacia el cálido y húmedo Iquitos.

Para mayor claridad: en Perú trabajamos paro niños con una discapacitación y para los más pobres. Ya lo llevamos haciendo desde el 2015 en la región de Amazonas y de Pasco, en Perú central.

Durante la pandemia hemos mantenido el contacto con Perú, por lo que nuestro trabajo allí nunca se ha parado. Al marcharnos de Perú en abril del 2020, nos despedimos de 2 voluntarios. Ahora hay 5 voluntarios que trabajan semanalmente para HENUKI.

Aquí sigue un breve resumen de nuestras actividades.

A causa del coronavirus hubo una hambruna entre los más pobres. HENUKI se ha encargado de 15 paquetes alimenticios semanales. Cada semana recibimos de los beneficiarios mensajes expresando su gratitud, con fotos de los mismos. Nuestros voluntarios se encargaron de la administración de ello. Esto ha durado como 2 años, Aparte de ello, también dimos ayuda de emergencia en casos de urgencia médica.

A partir del 2022 hemos empezado a realizar más tareas.

Por ejemplo, hay 45 niños que van al colegio por cuenta de HENUKI, aunque no siempre los padres de los niños minusválidos ven la importancia de la enseñanza. Sin embargo, es importante, aunque sólo sea por la atención y el estímulo que reciben los niños en la educación (especial).

Asimismo, nos estamos esforzando para la producción. Eso implica que los discapacitados fabrican pequeñas cosas, como llaveros. Los venden en el mercado, con lo que ganan un modesto sueldo. HENUKI se encarga de los materiales.

También nos encargamos del registro de las personas con una discapacidad en el Servicio de Asistencia Social local, lo que es de suma importancia para el resto de su vida.

Al final, quiero hacer mención de un capital inicial para la gente pobre y discapacitada. Ejemplos: hemos comprado herramientas para un montador de motores fueraborda. El montador en cuestión ha perdido ambas piernas y no tenía recursos para comprar dichas herramientas. Para otra familia pobre hemos comprado semillas, con las que han montado un huerto bien cuidado, el rendimiento del cual pueden vender en el mercado. De esta manera pueden ganarse la vida.

Resumiendo: menos paquetes alimenticios y más actividades con las que la gente pueda ganar su sustento independientemente. Además, todos sabemos la importancia que tiene la educación, también para niños con una discapacidad.

En tres escuelas para enseñanza especial, en la semana 47 de este año en curso (20 al 27 de noviembre), se realizará una campaña odontológica. En dicha semana, no menos de 400 alumnos recibirán asistencia odontológica, impartida por cinco dentistas de origen peruano, que residen en Holanda, con dos asistentes. Dora, nuestra coordinadora in situ, nos asegura que todo saldrá bien, porque es un equipo médico de confianza.

Después de dos años y medio visitaremos las susodichas actividades y veremos cómo son de sostenibles. ¿Hay actividades que faltan o, contrariamente a ello, que sobran? Son todas preguntas y más preguntas, a las cuales espero daros las respuestas, a su debido tiempo, a vosotros, fieles lectores.

En los meses venideros queremos mandaros Boletines de Noticias con cierta frecuencia. Esperamos contar bonitas historias en ellos. De momento para vosotros: muchos recuerdos y ¡manteneros con salud!

Saludos cordiales,

Juan y Helena

Nuria trabaja en el Día Peruano de la Discapacidad

El último boletín de noticias de HENUKI de 2021

Hola amigos de HENUKI,

Aquí tenéis el último boletín de noticias de HENUKI de este año. También se han añadido unas líneas en las rúbricas “últimas noticias” y “voluntarios”. Las podéis leer en la página web.

En primer lugar, queremos aprovechar la oportunidad para desearos unas Felices Fiestas y un Próspero 2022.

¡Manteneos sanos y que tengáis una feliz lectura!

¡La semana pasada se han hecho no menos de 150 canastas navideñas en Iquitos! Por la presente os damos las gracias por las donaciones que lo han hecho posible.

A continuación, sigue el contenido de dicha canasta. No contiene ni chuches ni juguetes, sino alimentos para toda la familia:

– 1 pan de pasas

– 1 leche con cacao para preparar chocolate caliente

– 1 paquete de mantequilla

– Avena, 2 kilogramos de arroz, 2 kilogramos de azúcar

– También aceite, maicena y jabón forman parte del paquete

Me sigue sorprendiendo que apetezca tomar chocolate caliente con una temperatura de más de 30 grados. Para todos, es un verdadero placer en las fechas navideñas. Las canastas navideñas están envueltas con esmero.

Transporte de 40 canastas navideñas a casa de Nuria

El equipo de las canastas navideñas

Entretanto, también se han solicitado canastas navideñas para Oxapampa. Ya veremos hasta dónde podamos llegar con ello. Ya se han pedido los 15 primeros paquetes. Fotos siguen más adelante.

Paquetes alimenticios

Al finalizar el año, solemos mirar hacia atrás para ver qué es lo que hemos hecho. Resulta que se han entregado no menos de 500 paquetes alimenticios. Como he contado anteriormente, las banderas que la gente colgó fuera de casa para indicar que allí había hambre, han surtido su efecto. Entre otras cosas, gracias al buen trabajo de nuestro equipo, varias personas reciben con cierta regularidad un paquete, de lo cual me envían fotos semanalmente. Está claro que los alimentos llegan a su destino correcto. A partir de septiembre, hemos empezado a distribuir 15 paquetes en vez de 10, ya que la pobreza es grande. Eso marcha bien.

Boletín de Noticias de HENUKI, otoño 2021

Hola amigos de HENUKI,

Afortunadamente, poco a poco la situación en Perú va mejorando. El número de fallecidos registrados por el coronavirus está un poco por debajo de los 200.000. No está del todo claro cuántos son de verdad, pero ya no hay tanto pánico y caos como hace un año. La vacunación se va poniendo en marcha lentamente. Dora y Nuria ya tienen sus vacunas, pero sólo un 6,2% de la población (30.000.000 habitantes) está vacunado.

Por ello, Juan y yo hemos decidido no ir a Perú todavía, sintiéndolo mucho. Creemos y esperamos poder hacerlo en noviembre del próximo año. Veremos lo que nos cuentan nuestras amigas de Suiza y de Estados Unidos, que sí piensan ir a Perú en breve.

La nostalgia me está invadiendo casi a diario. Basta con escuchar la música de allí y ya me emociono. También sueño con regularidad que estoy de vuelta en Perú.

Los voluntarios se esfuerzan mucho en Iquitos y en Nauta. Les he pedido que escriban algo sobre qué les mueve a hacer este trabajo. A continuación, podéis ver sus textos con fotos. A Juan y a mí nos emocionó mucho. Les estamos muy agradecidos por lo que hacen para HENUKI. A partir del 1 de septiembre, se entregan 15 paquetes alimenticios semanales en vez de 10. Como muestra de nuestro agradecimiento, les hemos regalado a los voluntarios camisetas de manga larga nuevas y una gorra con el logo de HENUKI.

Feliz lectura y que os mantengáis con salud,

Juan y Helena

GISSELA

Soy Gissela tengo 39 años y 4 hijos. Cada día que estoy viva doy gracias a Dios por mi familia, mis amigos y los ángeles que pone en mi camino para ayudarme a pulir mis cualidades como ser humano siendo solidaria con las personas que más necesitan. Sin duda dar a otros, alimenta mi alma y le da gozo a mi corazón.

Gracias Helena, porque a través de HENUKI tengo la oportunidad de ser un medio para la inclusión y la integración social.

Nunca imagine sentir tan cerca la necesidad de la gente y al mismo tiempo ver la valentía con la que muchas personas afrontan su discapacidad a pesar del abandono de las autoridades y en algunos casos de sus propias familias.

Henuki llega a ellas y les cambia el rostro con una sonrisa, otras con llanto por la emoción de saber que alguien que vive tan lejos, tenga interés en ellos.

Soy voluntaria de HENUKI porque me satisface el cariño sincero de las personas a los que llego con alimentos y medicamentos. Ahora entiendo que la mayor discapacidad que existe en el mundo es la indiferencia de la gente.

NURIA

Soy Nuria, vivo en el distrito de San Juan, tengo 3 hijos. Mi motivación para ser voluntaria de HENUKI, es el amor que siento por los niños discapacitados de la Amazonía peruana. La pobreza en esta región es muy grande y hay mucho trabajo por hacer, lamentablemente las autoridades no cumplen su rol como benefactores sociales lo que genera mayor pobreza y abandono. Gracias HENUKI por existir y llegar a estas personas que realmente lo necesitan.

ROSA

Soy Rosa, vivo en el distrito de Nauta, una localidad de raíces indígenas pertenecientes a la familia lingüística Tupí Guaraní, nos conocen como “Cocamas – cocamillas”.

Doy gracias a Dios por esta oportunidad de apoyar a las personas con discapacidad de mi localidad. Y doy gracias a HENUKI por su confianza y a través de mi persona llevar esta ayuda humanitaria a estas personas doblemente excluidas.

Me hace feliz ver la alegría de niños y adultos a las que llego hasta sus hogares llevando un poco de alimentos. Me conmueven sus historias y al mismo tiempo me motivan para seguir trabajando en favor de ellos. Estoy feliz de ser parte de HENUKI.

DAVID

Soy David, vivo en Iquitos.

Mi trabajo como voluntario consiste en hacer que los fondos económicos de HENUKI estén disponibles para la compra de alimentos o medicamentos necesarios, también apoyo en el transporte de estos insumos.

Mi mayor motivación para ser voluntario de HENUKI es ver la alegría en el rostro de la gente a los que la ayuda de HENUKI llega. Me conmueve mucho saber que hay personas como Helena y Juan que realmente se interesan por los discapacitados de Loreto en Perú.

DORA

Soy Dora, soy Loretana, hace 27 años trabajo en proyectos de desarrollo social en comunidades indígenas y mestizas de la Amazonía peruana. Mi trabajo me permitió ver la forma como las personas con discapacidad fueron excluidas y maltratadas culturalmente y socialmente durante siglos.

En algunas comunidades indígenas al nacer un niño con discapacidad las personas solían decir “está cutipado” es decir fue contagiado por un espíritu de la naturaleza, es así que los niños con labio leporino, paladar hendido u otra discapacidad física, eran arrojados al río a donde se creía que pertenecían, si las características físicas se relacionaban, por ejemplo, con los delfines o con alguna otra especie acuática.

Ser voluntaria de HENUKI me hace sentir útil como persona, porque me permite contactar voluntarias con sensibilidad humana para garantizar que esta ayuda concreta llegue a estas personas que hasta hoy siguen siendo de alguna manera excluidas y maltratadas por sus familias y por el sistema económico, social y cultural.

Gracias Helena y Juan porque su gran corazón y su sensibilidad por las personas con discapacidad irradia hasta este rincón de la Amazonía peruana. Su amor y generosidad da alegría y esperanza a muchas familias Loretanas!!!

Boletín de junio 2021

Hola amigos de HENUKI,

Espero que a todos os haya ido bien en el pasado período. En cuanto a HENUKI: no hemos estado parados. Puesto que el último boletín de noticias (27-2-2021) fue enviado hace más de 3 meses, ya va siendo hora de que recibáis una actualización.

En las últimas noticias de la página pudisteis leer sobre la situación en Iquitos y en Oxapampa. Con cierta frecuencia, escribo una actualización al respecto.

El 7 de abril habéis recibido un correo electrónico con un enlace a un flipbook conteniendo el informe anual del 2020. Espero que hayáis disfrutado de las bonitas fotos con sus respectivos textos.

Los voluntarios:
Es interesante ver cómo se va desarrollando la participación de los voluntarios. Actualmente, Dora, David, Nuria, Rosa y Gissela son nuestros voluntarios activos. Lupe y Karen no tienen tareas en este momento. Maricielo ha ido a Lima por tiempo indefinido con miras a las próximas elecciones.

Nuria todavía está a la espera de una operación, para la cual está ingresada en el hospital. A nuestra buena amiga y voluntaria, el 15 de marzo se le rompió una vértebra. Asombrosamente, no tiene más que contratiempos. Para dicha operación, primero tiene que perder peso y necesita recibir sangre. Desgraciadamente, se trata de un grupo sanguíneo complicado, a saber B+, lo que es difícil de conseguir. Ella misma tuvo que hacer un llamamiento. Finalmente habían cuatro personas donantes de sangre, pero tratándose de Perú, no lo han hecho gratis. Esperamos que todo salga bien y que la operación dé buen resultado.

Tengo buenas noticias acerca de los paquetes alimenticios: es seguro que podremos seguir con ellos hasta finales de este año. Durante todo el año 2021 podemos distribuir 10 paquetes semanales. Entre otras cosas, esto lo debemos a vuestras donaciones y a los voluntarios en Perú. Es un gran aliciente para la gente allí. Su gratitud se puede ver en las fotos con sus respectivos textos.

La voluntaria nueva Gissela en seguida comprendió el concepto de la ayuda de emergencia. Ya antes he explicado que se trata de, por ejemplo, medicación, recursos sanitarios, etc. A dos niños anémicos les ha dado leche en polvo, con la que se puede aumentar el nivel de hierro en la sangre. Tanto las madres adolescentes como los niños estaban agradecidos.

También había un niño que recibe fisioterapia en el hospital infantil. Para dicho tratamiento, se ha pagado la crema. Todo con justificación del número de tratamientos, los tiques de la compra y una foto del niño en cuestión. También eso es posible en Perú…

Y finalmente:

Tenía el plan de redactar otro tipo de Boletín esta vez, con novedades sobre la comida en Perú, las elecciones, etcétera. No he podido hacerlo, pero lo dejaremos para otro día. Os prometo contaros en otra ocasión cómo es saborear ceviche (un plato de pescado crudo), boniato, cocodrilo y cavia.

Saludos cordiales,

Juan y Helena

Boletín de primavera 2021 – 27-2-2021

Queridos amigos de HENUKI:

El tiempo pasa volando, pero siempre quedan cosas que hacer por Perú. En los meses pasados, he estado muy preocupada por la segunda ola del coronavirus en Loreto, la provincia que tiene Iquitos como capital. Al principio del año, allí entraron desde Brasil y Colombia las variantes del virus, que son mucho más peligrosas y contagiosas. Después de un mes tuvo lugar otro tremendo brote. Los problemas se pueden comparar con los de la vez pasada, otra vez insuficientes medicamentos y camas UCI. De nuevo un gran déficit de oxígeno y muchos médicos enfermos.

También esta vez muchos amigos y conocidos cayeron enfermos. De nuestros seis voluntarios en total, tres han enfermado. Dora y Nuria estuvieron muy graves, pero parece ser que poco a poco van recuperándose. Nuria necesita mucha medicación y aparte de ello, también sus dos hijas que viven con ella están enfermas.

A la izquierda Dora, a la derecha Nuria

También David se contagió. Ya está enfermo desde hace 3 semanas con graves problemas pulmonares. Va mejorando poco a poco.

Ya que la mitad de nuestros voluntarios ha enfermado y el riesgo de contagio es muy grande, hemos decidido parar temporalmente la distribución de los paquetes alimenticios. De momento, nos enfocamos hacia ayuda de emergencia.

En el período pasado me llegaron muchas peticiones, varias veces por semana, para comprar botellas de oxígeno. Desgraciadamente, Henuki no dispone de fondos para ello. Explicaré en breve la situación sanitaria en Perú. Si necesitas medicación, un scan o una consulta con el médico, siempre te costará dinero, aunque tengas un seguro de salud. Una botella de oxígeno cuesta no menos de 1000 euros. Por consiguiente, mucha gente se ahoga a consecuencia del Covid-19. Hace poco, Nuria compró medicinas por 300 soles. Eso es mucho dinero, teniendo en cuenta que el salario mensual promedio en Perú es de 1000 soles.

Igual que la vez pasada en mayo del 2020, veo muchas fotos en las que aparecen grandes bolsas negras con cadáveres, amontonadas en un espacio caluroso. ¡Qué gran pena!

Entretanto, dos conocidas mías han fallecido: Paola y Mercedes. Mercedes era voluntaria el año pasado y preparó y distribuyó muchos paquetes alimenticios. Con Paola me llevaba muy bien. Trabajaba en Omaped (Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad). Es muy extraño y me da mucha pena. El 18-1-2021 estuvimos intercambiando wasaps sobre los niños discapacitados que iban a recibir un paquete alimenticio, y el 11-2-2021 ya no está… En la foto, Paola está a la izquierda.

Las cifras que se mencionan del número de contagios y fallecidos en Loreto, ya desde el principio son falsas. El mapa da una imagen de la provincia de Loreto. Probablemente, el número de contagios y fallecidos es muchas veces mayor.

La élite peruana se hizo sobornar con una vacuna rápida

AMSTERDAM. Por lo menos 450 peruanos de altas posiciones han sido vacunados en silencio, meses antes que el resto del país, con una vacuna china. El escándalo secreto, bautizado como “Vacunagate” o “Vacuna VIP”, acusa a gran parte de la élite administrativa y médica: desde el entonces presidente Vizcarra y su mujer hasta el nuncio apostólico y un médico prominente.

Los prominentes fueron inyectados con las vacunas que se suministraron como “extra”, cuando la empresa farmacéutica Sinopharm empezó una prueba con su vacuna-candidata en este país tan severamente afectado. Aparte de todas las dosis para sujetos de ensayo, sobraban 1700 vacunas, que la clínica que colaboraba con los chinos podía repartir entre “invitados, asesores o relaciones”.

Posiblemente, los chinos entregaron las vacunas extra como soborno, especulan los medios peruanos. También los miembros del comité administrativo, que en octubre decidió no hacer negocios con el fabricante Astra Zeneca, ya fueron vacunados en septiembre. Por ello, los peruanos de la calle posiblemente recibirán su vacuna más tarde de lo necesario. Al parecer, los compradores de la vacuna fueron sobornados con una protección rápida para si mismos. (NRC)

Más aparte, tuvo lugar el escándalo de todas esas personas que fueron vacunadas con preferencia (véase el artículo en la prensa adjunta). Al comunicarme con mis voluntarios por correo electrónico, por wasap o por teléfono, me cuentan que ello cae sobre la miseria que ya están sufriendo.

Sí, la miseria continúa. Sin embargo, HENUKI tendrá que seguir apoyándolos, porque solamente el saber que hay gente al otro lado del océano que piensa en ellos y que les presta ayuda de emergencia, es de suma importancia para ellos. En cuanto se pueda, esperamos continuar con los paquetes alimenticios, siempre que su distribución sea menos arriesgada.

Para poder financiar dicha ayuda de emergencia, la medicación y los paquetes alimenticios, HENUKI necesita vuestro apoyo.

¿Has considerado, quizás, la posibilidad de inscribirte como donante de “un billete de cinco”? Por 5 euros al mes se puede preparar un pequeño paquete alimenticio.

Si quieres obtener más información al respecto, comunícanoslo.

Saludos cordiales,

Juan y Helena

Henuki  –  info.henuki@gmail.com  –  www.henuki.nl
 

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reporte anual 2020

22-12-2020

Hola amigos,

En los días de Navidad y acercándonos al fin del año, siempre hay un momento en que uno piensa en la gente en Perú, que para nosotros está tan lejos. ¿Qué tal les irá todo?

Por supuesto, para mí no pasa ni un día sin pensar en ellos o sin hacer trabajo para HENUKI, pero para vosotros, “Amigos de HENUKI”, no será lo mismo.

Entretanto, en Perú casi un millón de personas ha enfermado del coronavirus y más de 36.500 han fallecido. Por desgracia, estamos a la espera de una segunda ola del virus y a partir del 22 de diciembre, todo el mundo tendrá que volver a guardar cuarentena. Afortunadamente, para entonces los paquetes navideños ya se habrán entregado.

A pesar del Covid, hemos conseguido hacer muchas cosas. Aparte de nuestros esfuerzos para la educación, las tarjetas de identidad y la salud, a partir de marzo nos hemos enfocado más bien en la lucha contra el hambre.

Como sabéis, formamos un pequeño proyecto, pero con grandes hazañas, gracias, entre otras cosas, a nuestros voluntarios, tanto en Perú como en Holanda.

Reflexionando sobre este año, podemos ver que hemos sacado un súper alto rendimiento, tanto en Perú como en Holanda.

Estamos muy contentos de poder comunicaros que los voluntarios en Perú siguen esforzándose para preparar y entregar los paquetes alimenticios y esta semana está dedicada enteramente a los paquetes navideños.

No menos de 150 PAQUTES NAVIDEÑOS

Dichos paquetes han podido realizarse, entre otras cosas, gracias a vuestro apoyo. Gracias a vuestras donaciones, hemos podido alcanzar este número redondo. 

Sin olvidarnos de los paquetes alimenticios. Más de 500 paquetes, ¡fantástico!

Sí, casi no me lo puedo creer, pero hemos podido realizar esto gracias a vosotros.

Aquí abajo encontraréis una selección de las fotos en relación con los paquetes alimenticios. La emoción y el orgullo al recibirlos, las preparaciones: la compra, el embalaje y el transporte. ¡Un trabajo muy gratificante!

¡GRACIAS, GRACIAS!

Queda por desearos a todos, en nombre de HENUKI, y a pesar de los tiempos difíciles que estamos pasando, unas Felices Fiestas y un mejor 2021.

¡Quedaos sanos!

Saludos cordiales,

Juan y Helena.

¿Ya has visitado la página web? Con frecuentes actualizaciones sobre la situación y de cómo ayudamos desde HENUKI. Visita la página y compártala con amigos, cliqueando aquí: Henuki.nl

Henuki  –  info.henuki@gmail.com  –  www.henuki.nl

CARTA DE PRESENTACIÓN

¿Quiénes somos?

HENUKI es una organización sin fines de lucro conformado por trabajadores sociales de Holanda y un equipo de voluntarios comprometidos. Venimos trabajando en las ciudades de Iquitos y Oxapampa desde el 2015, y desde el 2019 en Nauta.

Brindamos apoyo a niños con discapacidad quienes se encuentran en situación de pobreza y pobreza extrema, con la finalidad ayudarlos a tener una mejor de calidad de vida, empoderarlos para la defensa de sus derechos y promover su inclusión en la sociedad.

¿En qué consisten nuestros proyectos?

CAMPAÑA DE DNI – Para acceder a los servicios públicos se requiere un documento de identidad. En la selva peruana hay una alta tasa de personas iletradas a quienes se les dificulta los trámites; por lo tanto, vemos a muchos niños y adultos peruanos que no están inscritos como ciudadanos y no pueden acceder a los servicios básicos de salud y educación.  HENUKI organiza una campaña de DNI cada mes en la que voluntarios trabajan con la RENIEC apoyando a familias iletradas con los trámites. 

EDUCACIÓN – En esta región hay colegios especiales (CEBE), estatales y privados que ofrecen educación, asistencia, actividades y estimulación para niños con discapacidad, sin embargo, muchos niños aún no tienen la oportunidad de asistir a un centro educativo.  Brindamos información a las familias y coordinamos con la UGEL y centros educativos para que cada niño con discapacidad reciba educación que le permita lograr su potencial.

SALUD – Coordinamos con centros médicos, hospitales y fundaciones internacionales para organizar citas dentales, médicas y operaciones para niños con discapacidad.  

APOYO SOCIAL – El 2019 contribuyó con el proyecto “Eran Kakiri” en la comunidad de Darwin Grandez Loreto – Nauta”, con los siguientes resultados: 110 familias con más de tres variedades de hortalizas, 75 familias tienen una chimenea que funciona, 89 familias tienen baño en buen estado, 92 familias tienen dormitorios separados de sus niños, 15 familias tienen un pequeño negocio.

Durante la pandemia HENUKI apoya a personas en situación de pobreza extrema con canastas de alimentos básicos. En Iquitos y Nauta hasta julio 2020 entregó un poco más de 270 canastas de alimentos.

Para más información sobre nuestros proyectos no dude en contactarnos. 

Le agradezco su amable atención. 

Saludos cordiales,

Helena Meijerink

Versión online

Boletín de Noticias – Verano de 2020 – HENUKI

Hola amigos de HENUKI,

En primer lugar: bienvenidos a todos los lectores (nuevos) del Boletín de Noticias. La gran novedad es que hemos conseguido lanzar una página web, gracias a la gran ayuda de Pieter de 202P, quien también se encarga del Boletín de Noticias. Su correo electrónico es: pieter@202p.nl. 

Cliqueando aquí: Henuki.nl, puedes ver lo que hacemos. Si te gusta, comparte el enlace, para que tengamos más visitantes. Si tienes sugerencias para mejorar la página, comunícanoslo, por favor.

La buena noticia del último Boletín de Noticias fue nuestra vuelta a casa el 5 de abril, ya hace cuatro meses. Entretanto, han pasado muchas cosas. Uno se da cuenta de lo bien que se está en Holanda: un buen servicio sanitario, suficiente oxígeno y camas UCI.

Quiero informaros de que estamos bien y que hemos llegado a casa sin habernos contagiado del coronavirus, por lo que poco después de nuestro regreso a Holanda, hemos podido continuar trabajando para HENUKI a distancia. Para ello estoy regularmente en contacto con mis asistentes/amigas en Perú. Una semana después de nuestro regreso, el coronavirus estalló severamente en Loreto. Es un distrito seis veces más grande que Holanda, con 1,2 millones de habitantes y con la ciudad aislada de Iquitos. El contagio se extendió rápidamente. En poco tiempo hubo 10 muertes, y finalmente ya no he podido llevar la cuenta de los casos. Entretanto, me he enterado por fuentes de confianza de que en Perú se lloran más de 25.000 muertes y de que hay mucha hambre, lo que para muchos todavía es peor que el coronavirus, porque no hay quien aguante el dolor del estómago que conlleva, aparte del ya existente sufrimiento.

Ya había hambruna cuando nosotros todavía estábamos allí. Entonces hicimos los primeros 100 paquetes alimenticios, para los que yo había comprado los productos, junto con mi amiga Dora.

Desgraciadamente, Dora fue víctima del Covid-19 a mediados de abril y estuvo muy enferma. Sólo a mediados de julio pudo ir al hospital para control. Sus pulmones están dañados permanentemente. Toma muchos medicamentos, entre los cuales aplicaciones diarias de un inhalador. El cardiólogo ha comprobado que tiene el corazón sano.

Desde abril hemos mandado varias veces dinero a Dora y Nuria. En estos pasados meses han podido hacer más de 250 paquetes alimenticios. Hace mucha falta, porque los jornaleros no ahorran, sino que viven de sus ingresos diarios, que no suelen superar unos pocos euros al día. Hemos podido hacer un paquete alimenticio sencillo por cinco euros (véase la página web), pero entretanto, los precios han subido, entre otras cosas por los costes del transporte y por la escasez de los alimentos.

Al principio de mi regreso a casa, también me he ocupado de tomar contacto con algunas instancias que se encargan del trabajo de desarrollo, entre las cuales la Cruz Roja, Wilde Ganzen (gansos salvajes, una pequeña ONG), Save the Children, la fundación WereldOuders (padres del mundo), etcétera. Desafortunadamente, algunas organizaciones solamente están enfocadas en Africa.

Haré una aclaración en cuanto a la Cruz Roja, que tiene sucursal en Iquitos. Los que trabajan allí no habían hecho una solicitud para ayuda, porque no sabían ni cómo ni dónde tenían que hacerlo. Les he puesto en contacto con la Cruz Roja en Lima, para que desde allí se solicitara ayuda a la Cruz Roja internacional (en Ginebra). Dicha solicitud se ha hecho, pero sin resultado. Al informarme sobre ello, nunca tuve una respuesta.

Sé que hay otras organizaciones que ofrecen ayuda en la forma de kits de higiene, que se componen de, entre otras cosas, una pastilla de jabón y gel para las manos. Sabiendo que muchas veces no hay agua para lavarse las manos y que hay hambre, se me cae el alma a los pies. Dicha ayuda es un bonito gesto, pero un kit de higiene no quita el hambre. 

Casualmente leí un artículo en un periódico peruano sobre los Emiratos Árabes Unidos, que habían donado no menos de 50 toneladas de alimentos y otros recursos de ayuda para Loreto. Sin embargo, nadie me puede decir si dicha ayuda ha llegado sí o no, ni cómo ni cuándo.

En noviembre de 2020 íbamos a hacer una campaña de cuidado sanitario bucodental. El plan era de tratar las dentaduras de 550 niños minusválidos, que iban a matricularse en la educación especial. Aunque durante un tiempo mantuvimos la esperanza de poder realizar la campaña, más adelante hemos tenido que anularla del todo.

Conozco casi todas las otras fundaciones que trabajan en Iquitos. Nos hemos puesto en contacto vía WhatsApp para mantenernos al tanto de nuestras respectivas actividades. Al principio funcionó bien, pero desgraciadamente, no era posible coordinarlo mejor. Ello se debe, a mi parecer, al miedo que hay en dichas fundaciones y también al desconocimiento mutuo.

Desde el 2015 hemos ido cada año a Perú. Estuvimos allí cinco veces, siempre con una duración de cinco meses. Como sabéis, trabajamos en dos lugares, a saber: Oxapampa e Iquitos. La gran ventaja de un período tan largo es que estar en el sitio facilita el trabajo considerablemente. Contrariamente a otras fundaciones, puedes celebrar reuniones con las organizaciones que hay allí, sin que desaparezcas después de dos semanas o un mes. Yo misma convocaba reuniones durante esos cinco meses. Aunque mi español no sea 100%, la vez pasada he conseguido que hubiera contacto entre las diversas organizaciones para inválidos. También invitaba a las fundaciones por mí conocidas. Durante dichas reuniones, cada uno podía informar al otro sobre sus actividades. De esta manera, se ha creado más claridad y el contacto entre las organizaciones ha mejorado. Desafortunadamente, las reuniones con los colegios de educación especial y los dentistas que iban a participar en la campaña de noviembre del 2020, no han podido tener lugar.

Aparte de la coordinación de los paquetes alimenticios, también tengo contacto con algunos usuarios vía WhatsApp. Por ejemplo, me alegro haber podido suministrar a una persona pomada para el tratamiento de sus quemaduras. En febrero conocí a ese hombre, que se había quemado casi enteramente, durante mi visita semanal a la unidad de quemados del hospital. Matías, entretanto, ha recibido las muletas que necesitaba, para sustituir las suyas que se habían roto. Nuria se las llevó – ya se permite un poco de transporte en la ciudad – y me mandó un vídeo emotivo de la entrega. En otra película vi a un padre que se puso muy contento por el paquete alimenticio que recibió. A un niño con problemas auditivos lo he podido mandar a la fundación que se encarga de los sordomudos. Son todas cosas muy pequeñas de las que me encargo, pero muy importantes para la gente.

También en Oxapampa (unos 20.000 habitantes en 1.800 metros cuadrados) se necesita ayuda urgentemente. Varias veces se prepararon y entregaron allí paquetes alimenticios. También allí conozco a una persona de fiar quien se encarga de la preparación de dichos paquetes. Cinco otras personas se ocupan de la entrega de los mismos. Desgraciadamente, también allí aumentan los contagios.

Sobre el número de usuarios puedo decir lo siguiente. En el primer año, no hicimos el registro tan detenidamente como ahora. Sólo había un cuaderno y unas notas. Yo era novata en “el oficio del trabajo de desarrollo”. Ahora, gracias a los esfuerzos de Juan, lo tenemos todo más claro. En Oxapampa hemos registrado a 172 personas y en Iquitos a 230. A más de 400 usuarios, sobre todo niños minusválidos, les hemos podido indicar el camino para obtener educación, asistencia sanitaria y una tarjeta DNI.

A pesar del hecho de que de momento no podamos volver a Perú, seguiremos esforzándonos por la causa. La energía que recibimos de todos nuestros lectores y las reacciones positivas a nuestro proyecto hacen que seguimos motivados para ayudar a los niños inválidos y a la gente que tiene hambre o necesita medicamentos.

Lectores: ¡manteneros sanos!

Saludos, Juan y Helena

Henuki  –  info.henuki@gmail.com  –  www.henuki.nl

Versión online

Boletín de Noticias extra – septiembre 2020 – paquetes alimenticios de HENUKI

Hola amigos de HENUKI,

300 PAQUETES ALIMENTICIOS

Todavía no ha mejorado la situación en Perú, pero a pesar de toda la miseria, Dora, Nuria y yo no estamos paradas. Entretanto, ya hemos entregado 300 paquetes alimenticios, lo que es todo un logro para nuestra pequeña organización.

Después de un período corto de reflexión sobre la pregunta ¿cómo continuar?, la semana pasada he hablado mucho con mis amigas. Siempre me sorprende poder mantener tal conversación en castellano, durante una amplia hora y sin que haya malentendidos. ¡Fantástico!

Como sabéis, HENUKI ha estado muy ocupado con los paquetes alimenticios, que se preparan más que nada en Iquitos. Desgraciadamente, la ubicación aislada de la ciudad y la escasez de alimentos hacen que los productos sean cada vez más caros. Por ello, un paquete para una familia ahora cuesta 12,50 €. Hasta hace poco sólo costaba 5 €.

En Oxapampa los precios no son tan altos, pero también allí van subiendo. Afortunadamente, allí no hay tanta hambruna. 

La semana pasada decidimos, después de haberlo consultado con Dora, que continuaremos haciendo los paquetes alimenticios, pero que también prestaremos atención a la medicación (ya ha vuelto a estar más disponible que antes) y ayudas técnicas. Por supuesto, no todo es posible ni disponible, pero haremos lo que podamos. Por lo tanto, hemos decidido preparar, en todo caso hasta el final del año, 10 paquetes alimenticios por semana para los más pobres con discapacidad. Iremos turnando en los barrios y nos enfocaremos principalmente hacia los niños discapacitados.

Dora ha comentado lo susodicho detenidamente con Nuria y esperamos que todo funcione bien hasta finales de año. Para los siguientes cuatro meses (septiembre a diciembre de 2020) tenemos suficiente presupuesto y luego HENUKI tendrá que reorientarse. Sugerencias o ideas de vuestra parte son bienvenidas.

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Versión online

Boletín de Noticias de HENUKI – acciones navideñas y las últimas noticias

Hola amigos,

Es el 31 de octubre de 2020. Hoy íbamos a ir con cuatro mujeres a Perú: dos dentistas y dos trabajadoras sociales. El plan era de proveer a unos 550 niños discapacitados de asistencia bucodental, entre el 9 y 20 de noviembre, “renovando” todas las dentaduras. El 7 de noviembre iban a apuntarse cuatros dentistas holandeses más, aparte del equipo de Perú que ya contaba con seis personas. Y ahora… estoy en casa escribiendo todo esto y me duele en el alma que este buen plan no se haya podido realizar. De momento no habrá campaña bucodental.

El 24 de agosto recibisteis el boletín de verano y el 9 de septiembre recibisteis, entre otras cosas, información acerca de los paquetes alimenticios. ¿Cómo es la situación ahora?

Se siguen repartiendo diez paquetes alimenticios por semana. Hasta julio habíamos entregado en Loreto (Iquitos) dichos paquetes a 270 familias. Asimismo, se han repartido unos treinta paquetes en Oxapampa. Gracias a un número creciente de voluntarios, conseguimos encontrar cada vez más gente en necesidad de alimentos. En especial, los paquetes van destinados a las familias pobres con un niño discapacitado. También personas extremadamente pobres reciben de vez en cuando dicho paquete. Hasta julio se trataba de 300 paquetes alimenticios en total y la hambruna seguía siendo un gran enemigo, pero nosotros no paramos. De vez en cuando era un gran puzle hacer llegar un paquete a la dirección correcta, porque a veces yo conozco la ciudad o el entorno mejor que los mismos habitantes. A eso se añadió la enfermedad de Dora, que estuvo grave entre mediados de abril y mediados de junio y sólo a mediados de julio pudo ir al hospital para su primer control. Afortunadamente, se ha recuperado bastante. 

HENUKI también se encargará cada vez más del suministro de medicamentos y ayudas técnicas. Unos ejemplos: un hombre con quemaduras severas necesitaba pomada, Matías recibió muletas nuevas, Giovanni necesitaba medicinas y recientemente se apuntó una mujer con Covid-19. A todas esas personas HENUKI ha ofrecido ayuda, pero si no lo apunto aquí, nadie se entera. Si seguimos teniendo el viento en popa de esta manera, al final de este año habremos hecho 500 paquetes alimenticios, lo que no está nada mal. Las últimas semanas del año nos enfocaremos hacia los paquetes navideños, sobre lo cual podréis leer en la página inicial del sitio web.

En cuanto a los voluntarios: es muy emotivo recibir ofrecimientos espontáneos de voluntarios. Eso marcha bien tanto en Holanda como en Perú, de lo cual me alegro mucho. En cuanto a Holanda: estoy muy contenta con nuestra página web, porque todo el mundo puede leer allí quiénes somos y qué hacemos. Yo misma tengo poca habilidad con el pc, pero gracias a Pieter seguís recibiendo este Boletín de Noticias. Casualmente, el año pasado conocí a una persona holandesa que vive en España, Maya, con quien ahora estoy en contacto frecuentemente y quien hace las traducciones para mí. Me manejo con el idioma, pero para poner los puntos sobre las íes, es mejor disponer de una traductora profesional. Luego puedo contar con Annet, que vive en Holanda, pero nació en Perú, quien hace pesquisas para mí si tengo ciertas preguntas. También una dentista peruana que vive en Holanda, Elizabeth, se ofrece si tengo dudas y me ayuda a buscar soluciones. Y… por supuesto Juan, que no se cansa de abrir el libro de contabilidad en Excel para mantener la administración. 

Los voluntarios presentados en la página web, muy valiosos para HENUKI, son originarios de Perú. Recientemente he podido añadir a Rosa y Lupe a la lista. A su debido tiempo, escribiré más sobre todos ellos.

Podría continuar escribiendo muchas páginas más sobre los pormenores de HENUKI en Perú, pero de momento lo dejo aquí. Más adelante, también quiero escribir más sobre Perú como país, la cultura, la comida etc.

Aquí lo dejo. Saludos y manteneros sanos.

Juan y Helena

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Sin cuidado dental este año

Sin contacto con los extremadamente pobres

Se hacen diez paquetes de comida cada semana